Estoy en la camita intentando ponerme buena que la vuelta a la realidad ha sido dura. La verdad es que supongo que es normal que entre las carreras por la t4, el frío de la calle, mis escotes, el calor de los locales y la caminata pues me haya resfriado un poco.
Para cerrar el tema de mi viaje a Berlín quiero decir que me he sentido ligéramente decepcionada con los alemanes. Todo el mundo me dijo que me iba a doler el cuello de ver hombres atractivos como torreones, que me iba a hartar de admirar cuerpos esculpidos en mármol y caras que rozaban la perfección. Pues no señores, el hombre más atractivo de todos fue un azafato de iberia (tcp) que estaba tremendo como los almendros, rubio, de ojos inmensamente azules con una sonrisa de infarto, Que mono y que jovencito parecía, creo que me mordí el labio una vez que pasó cerca de mi…. ains cuanta perfección.
Tengo un conocido que me da por culo, no en el sentido sexual de la palabra. Hablar con él desemboca siempre en una pequeña discusión acerca de mi trabajo. Es como si mi trabajo no cansase, no tuviera desventajas y fuera un campo de preciosos tulipanes holandeses. Da igual que además tengo otro trabajo y que mis horarios son como un tetris donde en muchas ocasiones termino corriendo de un lado para otro. Y no se trata de que yo me quede de mi trabajo, es que un simple comentario del tipo «estoy en la cama malita descansando» desemboca en «vaya vida que te das» «luego te quejarás de tu curro» etc etc Y da igual que yo le explique que aun estando mala he ido a trabajar, porque si no curro pierdo dinero, porque ya hemos entrado en el monotema que es mi trabajo. Y me harta y mucho porque ya se lo he advertido que no quiero hablar con él de mi trabajo, pero él busca el tema ¿por qué? Pues ni idea, eso sí, el día que se me terminen de inflar las pelotas, espero que tenga los cojones de aguantar la que se le viene encima.
Bueno pues nada, me voy a poner en modo zen a descansar un poco. Feliz tarde de jmiércoles.