No es que me haya vuelto bulímica es que he llegado de viaje con el estómago revuelto y no sé si es del frío pasado en el lapso de tiempo desde ayer por la tarde a hoy en Extremadura.
¿Qué por qué me he ido a Extremadura? Porque ha habido una especie de acontecimiento familiar y he aprovechado para verles. También había un motivo práctico, pero al final por inconvenientes logísticos no se ha podido hacer. Asi que armada con mi gps, y un par de jerseys me animé a pasar la tarde. Cuando llegué estaba la mayoría de mi familia materna (incluídos los vástagos de mi prima que de aqui en adelante llamaremos mis sobrinos)
Mi idea era volverme, pero se me hizo tarde y no me apetecía nada pegarme 3 horas y media de viaje de noche y reventada, además de que mi familia me insistió y me insistió para que me quedase. Quedarme me supuso dormir en un sofá-cama del año de la polca, con un agujero (para que nos entendamos «bujero») un tanto sospechoso en el colchón, en un saco de dormir, con una colcha tapándome y en braguitas y camiseta.
A las 7am mi sobrinita ha tenido a bien el venir al salón con una linterna y despertarnos a mi y a mi prima y hemos dormido hasta las 9, momento en que ha empezado a entrar gente y he tenido que vestirme como he podido sin que se me viera mucho lo que no se debía ver. El resto del día ha sido familiar, o bien con mis sobrinos helándome en la calle, o con mi familia en general helándome. Se me olvidaba la opción con un gatito y una perrita helándome en la calle. Dejé una botella de agua en el coche y cuando la cogí estaba congelada xD
No me arrepiento de haber ido, pero ahora tengo ganas de vomitar y un ligero dolor de garganta ¿casualiadad? No creo, pero es el precio a pagar por llevarme bien con la familia, y por el momento lo pago encantada.
La verdad es que de un tiempo a esta parte me llevo mejor con mi familia, tanto materna como paterna. No hablo sólo de ausencia de broncas (que de eso hay), hablo de que hay más esfuerzos por mi parte porque haya un contacto. Durante mucho mucho tiempo pasé mucho de mi familia y eso ha cambiado. Me alegra llevarme mejor y estrechar lazos con ellos.
Asi que nada, ahora ando tapada hasta las orejas, sintiéndome enfermita y mirando maletas de equipaje de mano para este fin de semana, se me van a congelar las pelotas que no tengo en Bruselas.
Un beso