¿Si las mejores cosas son gratis por qué queremos que nos toque la lotería?

Esta mañana en el curro le comentaba a una compañera que si me tocasen los euromillones a lo bruto trabajaría. Tendría una tienda de cosas bonitas, o una de cupcakes, iría a pasarlo bien, a reírme, a no angustiarme, a comer dulces, a hacer felices a las personas. Yo creo que no quiero el dinero para no hacer nada, quiero dinero para sentir que tengo opciones.

Lei una vez un tuit que decía algo así como que si llorar sirviera de algo nos cobrarían por ello. Obviamente es una exageración, pero salvo para el desahogo llorar sirve para poco más. Lo dicen en la peli de «OldBoy»: «Rie y el mundo reirá contigo, llora y llorarás solo» No hablamos sólo del egoísmo de algunos seres humanos que sólo están para lo bueno, sino también al hecho de que cuando te pasas el día siendo negativo terminas convirtiéndote en un ser tóxico y dañino para los demás, sobretodo para la gente que te quiere. Ahora es cuando yo salgo del armario para decir que últimamente estoy siendo muy negativa pero que intento cambiar y cuando la negatividad me inunda trato de respirar y pensar en cosas que me hacen feliz:

– Mi peluche de totoro

– Los gatos (míos o ajenos, en vídeos, fotos o gifs, ronroneando, llorando, metiéndose en cajas)

– Recordar cuando le dije al guardia civil de atestados que vino a mi accidente de tráfico «agente ¿está soltero? mis amigas sí y quiero que salga algo bonito de todo esto.

– El olor a lavanda de mi cojín que meto en el micro cuando me duele la espalda

– Hablar con gente súper chachi que hay a mi alrededor. Por ejemplo una ex compañera de curro a la que adoro y que está superando un cáncer con una valentía y entereza dignas de admiración.

– No madrugar.

– Un masaje.

¿A vosotros qué os arranca una sonrisa?

Enganchada a Chicago PD

Siento si últimamente escribo poco, como siempre estoy hasta arriba de curro y como siempre he tenido movidas varias pero en mi escaso tiempo libre me he bebido la primera temporada de Chicago PD. Yo sé que vosotros recordáis mi amor por los bomberos de Chicago, pues bien, ahora también me motivan sus policías. La verdad es que es un mecanismo sencillo, si los bomberos son chicos buenos que se meten en líos, los polis son chicos malos que hacen el bien. En el fondo son series que me hacen bien al alma (quizás un poco exagerado) pero los malos pagan y los buenos se libran, y eso, mola.

Así que mientras me frustro en el curro, cuando llego a casa y encuentro un ratito, me pongo mi ficción americana ambientada en un lugar que conozco y disfruto de mi evasión. Por cierto, mi cuerpo favorito sigue siendo el de bomberos 😉

Nunca seré Taylor

Taylor Swift siempre me ha parecido un poco pedorra. Hay famosos que te caen bien y otros que te caen mal, de los primeros están Katy Perry, Kristen Bell o Ismael Serrano y en la segunda lista están Beyoncé, Adam Levigne o Pilar Rahola.

La cuestión es que mi niña envidiosa desearía ser como Taylor en este vídeo musical, me parece que sale super guapa y me recuerda que con 22 años yo era una mujer obesa con graves problemas económicos y emocionales. Os dejo con el dichoso tema

A la mierda.

Somos tan inseguros que interiorizamos que la razón de que no nos quieran es que no somos lo suficientemente buenos, por eso acabamos con escoria, hasta que un día despertamos y mandamos la mierda a su sitio, al basurero, y la alejamos de nuestro corazón.