El enanito gruñón

Pues después de haber aprobado el teórico del coche por algún tipo de boomerang kármico (puesto que por conocimientos no me lo merecía) entré en un estado eufórico lleno de felicidad y buena onda.

Buena onda que ha ido desapareciendo a medida que en el curro me mataba a currar y mientras se me retorcía un cuerno interno, un cuerno que además crecía hasta llegar hoy a la estratosfera.

Estoy de mal humor, enfadada, cansada, hastiada, harta, muy harrrrrrrrrrrrrrrrrta, con todas las erres, con toda la negatividad. Si pudiera golpeaba algo hasta sacar toda esta extraña adrenalina negativa.

Por lo demás bien, gracias, próximamente postearé una cosilla que escribí hace tiempo y ahora me apetece compartir de manera ególatea con el mundo.

Un saludo del enanito gruñón que todos llevamos dentro.

Volvimos de Barna

Pues sí volvimos de Barna y me lo pasé realmente bien. Puede que no hiciera turismo intensivo pero no era lo que me apetecía, no era lo que necesitaba.

Han sido 4 días intensos donde he conocido a mucha gente, me he reído mucho y sobretodo porque he superado algunos miedos.

Es todo tan raro, ahora me parecen ridículos mis miedos. ¿Por qué iba a salir mal el viaje? Me mola la sensación de poder, de superación. He sido capaz de tener mi mini aventura, he ido a un sitio desconocido y he sobrevivido a la experiencia, no sólo eso si no que me lo he pasado super bien.

Cuando le he empezado a coger gusto a la ciudad me he tenido que ir y eso me apena. Mi primera impresión fue bastante negativa, me pareció muy grande, muy monstruosa, muy caótica en algunos sentidos.

Barcelona es una ciudad con mucho encanto a la que le sobran unos cuantos hooligans ingleses.

Un super saludo