Historias de Tinder

Después de unos meses soltera me decidí a abrirme un perfil en Tinder. La verdad es que con amigas casadas y con niños (o en búsqueda activa de churumbel) y un trabajo a turnos, es complicado conocer a gente.

Creo que mi perfil de tinder refleja bastante bien quien soy. Salgo mona en las fotos pero no son una estafa (no llevo 500 filtros) y además hablo (me dan por el ojete las personas que sólo ponen fotos y no cuentan nada).

En estos meses he quedado con mucha gente, cosa que no reconozco, porque aunque no me he liado con casi nadie, los tíos se sienten intimidados si les cuentas que has conocido a bastantes. He quedado con tantos porque yo tengo pocos filtros. Es decir, como no estoy en «búsqueda activa de pareja» sino que lo he usado como manera de conocer personas y para salir cuando me aburría en casa no he sentido la necesidad de ser exigente. He quedado con gente con la que apenas había hablado, con gente que por foto parecía fea (a veces han sido peor y otras me he llevado agradables sorpresas) y en general he tenido «citas» estupendas y algunas que han durado lo que he tardado en terminarme la bebida.

Hace poco quedé para un café con un jovencito y hablando hablando le conté alguna de las anécdotas y me dijo que no sabía cómo seguía quedando con gente despúes de las cosas que me habían pasado. Me sorprende que él se traumatice más que yo, que he sido la protagonista de la historia. Supongo que es algo bueno que tengo, a pesar de los palos recibidos en la vida, sigo tomándome las cosas con deportividad.

Luego está el hecho de que tengo un montón de anécdotas y que me hacen reír un montón. Me gustaría ponerlas aquí, pero me da una pereza tremenda transcribirlas, además de que creo que pierden gracia sin la entonación adecuada. No descarto compartirlas con vosotros, al menos las más graciosas.

Fijación por el cuerpo

Todos tenemos nuestro fetiche, el mío son los policías nacionales.

Es curioso que no me sirva cualquier uniforme, no me van los guardias civiles (ni su cuerpo especial, los GRS), no me va la policía local, ni los militares (aunque con los de la UME haría una excepción), a mi lo que me va es un tío con su uniforme azul de policía nacional.

Puede que sea porque cobran una mierda y creo que hacen una labor muy chunga. Puede ser porque me he liado con alguno, quizás sea que con todo lo que me he manifestado nunca he tenido problemas con ninguno o que una vez detuvieron a la persona que me robó la rueda de repuesto, la cuestión es que me ponen y me ponen mucho. Ahora que estoy soltera, si me encontráis a uno soltero que no sea golfo me lo mandáis. Estoy dispuesta a dejarme querer y cuidar (y quien sabe si esposar xD)

¿A qué viene todo esto? a una nueva serie que están echando en FOX que va de policías y que me está entreteniendo en un lunes que tengo que hacer un montón de cosas (como intentar arreglar mi móvil). APB se une a Chicago Fire y Chicago PD (se ve que también tengo fetiche con las series ambientadas en Chicago)

Móvil Down

La vida es que en un día súper divertido, en el último momento, tu móvil se caiga y se escoñe. La verdad es que es en otras circunstancias estaría rasgándome las vestiduras, pero supongo que estoy relativizando y que tampoco es que pueda hacer mucho un domingo por la tarde.

Veo pasar el domingo y dejo que la resaca se escape, no necesito esa compañía. Mi gato suspira a mi lado y yo no puedo evitar sonreír, porque la vida también es sonreír en los malos momentos.

A veces, lo mejor que te puede pasar es perder a gente que quieres pero que te hace mal. Quizás lo mejor del mundo es tener un gato. Tal vez crecer siempre duele.