El Antes y el Después

¿Cuánto daño es mucho daño?

Qué preguntas más raras hago ¿verdad? La pregunta ha surgido por otra pregunta que me reconcome desde hace rato ¿cuánto dolor has soportado para que decir «te quiero» te aterre?

Creo que todos y todas en algún momento hemos conocido a alguien que ha arrasado con todo. Pudo ser una relación tóxica, a lo mejor ni siquiera fue amor, a veces simplemente es una historia que acaba y otras es algo trágico. Pero siempre, siempre, siempre hay alguien que es un antes y un después.

Crecer implica tener cicatrices, es inevitable, lo que me atormenta es la idea de que esas cicatrices se conviertan en incapacitantes. Si quieres a alguien deberías ser capaz de decírselo ¿no?. Un fracaso anterior, un error del pasado, un suceso traumático no debería robarnos la capacidad de decir algo tan hermoso como es «te quiero», «te amo» o «me importas».

El amor, cuando es correspondido, es precioso.

Amor, tanto significado en una palabra tan corta.

Pequeña de las Dudas Infinitas

Tengo varias obsesiones cuando escribo, las dudas, los gatos, las niñas pequeñas y las galletas, supongo que Freud tendría mucho que decir.

El ser capaz de escribir después de mucho tiempo, el sentir esa emoción de que estoy comunicando aunque no haya nadie que lea. ¿Es una locura sentir que las palabras que escribo me acarician y hacen cosquillas? A lo mejor no son las palabras, a lo mejor son los significados que hay detrás, los sentimientos y sensaciones fluyendo.

¿En qué momento la musa huyó? ¿Cuándo murió mi creatividad? Quizás dejé que la realidad me aplastase, quizás me rendí…

Pero

Sigo viva, seguimos vivos.

No somos los mismos, yo he crecido y he caminado por lugares oscuros, pero no he muerto.

Mi piel se sigue erizando cuando siento unos dedos acariciándome, lloro cuando siento dolor, me humedezco cuando me excito y no puedo evitar sonreír el 99’9% de las veces que veo un gato. Ésa es mi victoria.

Victoria.

Tiene mérito sentirse vencedora cuando te consideras una fracasada. Lo mejor de todo es que estoy segura de que hay personas que se sienten como yo.

Los fracasados somos más.

Los fracasados somos legión.

Los fracasados somos todos.

Vértigo

Vértigo…

El vértigo es una sensación polivalente. Se puede sentir en diversos momentos y situaciones. Puede ser ese miedo a las alturas o eso que me da a veces porque tengo las cervicales tocadas.
Se puede dar cuando sientes incertidumbre (ahora que estoy en el paro), puede ser ese nudo en el estómago cuando estás en el ojo de la tormenta y puede ser terror cuando crees que hay algo muy bueno esperándote pero las hostias de la vida hacen que desconfíes.

Puto vértigo.

Maravilloso vértigo.

¿Seríamos los mismos sin nuestras dudas? ¿La vida nos sabría igual sin las mariposas en el estómago? ¿No es la capacidad de levantarse tras una caída nuestra mejor arma para sobrevivir?

Incontrolable vértigo.

¿Cómo hacer ese cocktel perfecto donde locura y prudencia se mezclan pero no se agitan y nos permite ser una loca del coño, pero no mucho? ¿Cómo aprender de los errores del pasado sin que nos lastren? ¿Cómo hacer que la realidad nos permita soñar?

Vértigo