Cumpleaños feliz te desean tus amigos de Parchís

Sí, hoy es mi cumple =) ya 29 añazos ¿quién lo iba a decir? Ya empiezo a ser considerada una mujercita y estoy muy happy. ¿Que por qué soy tan feliz? porque tengo unos amigos que no me los merezco, o quizás sí, porque si son mis amigos algo bueno tendré ¿no?

Anoche me hicieron una fiesta sorpresa y me secuestraron. La verdad es que se han portado genial y llevo desde ayer sensiblona y con la lagrimita saltada. La verdad es que les pillé al final y descubrí la encerrona, pero luego me secuestraron con ojos vendados y demás.

No sé, no pienso con claridad, estoy destrozada y tengo sueño, pero ha merecido la pena y además tengo un maravilloso anillo nuevo.

Por cierto me voy a Viena, ya os contaré qué tal me va por Austria.

De nuevo en la carretera

Pues sí, un fin de semana más que tengo libre y una vez más un mar de dudas acerca de dónde ir, qué hacer y cómo hacerlo. Soy tan lo peor y tan pequeño gran desastre…

La verdad es que no me apetece viajar sola, pero todo indica que es lo que me va a tocar. Me muevo entre la playa o Europa y ahí ando. Retorciendo posibilidades, mirando albergues y vuelos y tratando de tomar una decisión… con lo que me cuesta. Ojalá las decisiones fueran pequeños trozos de brownie, asi no sería todo tan difícil.

La verdad es que no estoy preparada, ni para los 29 años que cumplo esta semana, ni para irme de viaje, ni para casi nada. Como dirían los Beatles «Help!»

La Roja Pasó

Pues sí, la regla vino el jueves dejándome en un estado de llorera que me duró poco puesto que el viernes en el trabajo tuve un día horrible. No es sólo que la cosa fuese mal porque se estropeó algo sino que las cosas se hicieron totalmente mal y como siempre los que pagamos somos los mismos. Por la noche hablando por teléfono me dio un pinchazo en el cuello. Pinchazo que he tenido bajo control más o menos hasta ayer. Ayer me reincorporé al curro después de haber librado lunes y martes y casi muero. Me empezó a molestar el cuello, cada vez más y más hasta que el dolor se empezó a extender a la espalda. Al final tuve que ir al servicio médico, me toqueteó un poco y me dio un valium para que pasara la noche. Y la he pasado, pero ahora mismo parezco un clic de playmobil,

Soy muy mala enferma, cualquiera que me conozca lo sabe. Sufro una regresión a la infancia, deseo que me contemplen, que me mimen que me cuiden y que me arrullen. Deseo convertirme en el ombligo del mundo y me doy mucha penita de mi misma.

Y mientras espero que llegue a mi vida un Doctor (soy una friki del Doctor Who) que me quiera, me cuide y me mime, trato de quererme, cuidarme y mimarme a mi misma. No me queda otra, porque además día a día pierdo un poquito más la fe.

Póker

En ocasiones creo que soy demasiado clara, demasiado sincera y poco hábil en esto de jugar al póker de la vida. A mi se me nota todo y aunque algunas de mis cagadas han sido épicas eso me ha enseñado que con las mentiras uno acaba lleno de mierda hasta las orejas. ¿Qué sucede? que siento que la sinceridad y la claridad tampoco me llevan por el buen camino y me crea cierta frustración. Lo que sucede es que en el fondo pienso que necesito hacer las cosas bien según mis parámetros aunque los resultados no sean los deseados. Nadie me garantiza que actuando de otra manera todo salga bien, asi que ante la incertidumbre me quedo con seguir mis convicciones.

Os preguntaréis que a santo de qué viene esta chorrada y es fácil, viene a que estoy con la regla y las hormonas dominan mi vida. De un tiempo a esta parte creo que estoy demasiado sensible. Supongo que si tuviera sexo estaría desfogada y no lo vería todo tan negro.. pero es una de tantas incoógnitas que hay en mi vida.

En las Afortunadas

Hace unas horas llegué a mi ciudad después de pasar un fin de semana (muy corto) en las Gran Canaria. La verdad es que me ha hecho mucho bien no hacer. Hacía muy buen tiempo y hasta he cogido algo de color (con lo blanquita que soy) Yo no soy ultra fan de la playa, pero tenía tres días libres y eso no me daba para hacer una visita a una amiga en Viena, pero sí para desconectar. Me he pasado tres días descansando, leyendo, paseando y remojando mi blanco culo.

¿Volvería? Por supuesto, mi hotel estaba genial situado y estaba rodeada de alemanes e ingleses de la tercera edad, lo que no me impidió ligar. Los hijos de la Merkel me aman, no sé si es bueno o malo, ni lo que les doy, pero está claro que si quiero tener pareja tendré que emigrar.

¿Cosas que me llamaron la atención? Pues que creo que vi más gente más tatuada que sin tatuar y esos hombres con bañadores minúsculos, colocados de una manera muy poco elegante.

Ains, que dura está siendo la vuelta a la realidad.