Bye

Las palabras no tienen medida, pueden ser innecesarias para demostrar amor, imprescindibles para pedir perdón, nada comparado con gestos… Palabras y palabras que brotan, que mueren, que se ahogan en silencios, que se escapan como la diarrea. Palabras que acercan o alejan, que se malinterpretan o que sobreentienden… palabras perdidas, palabras prestadas…

Una palabra para acabar con una relación: adiós.

Sin actualización

Mi vida cibernética está en espera. Estoy cansada y cuando llego a casa me dedico a remolonear. Me gustaría decir que estoy más delgada, pero no, estoy más gorda. Desearía decir que he encontrado el trabajo me va genial, pero no, nos siguen apretando las tuercas. Adoraría contaros que he conocido a alguien maravilloso, pero no, sigo soltera. Sueño con contaros que mis amistades crecen sin parar, pero no, me ha tocado decir adiós… … … … … pero pese a todo estoy bien.

El sol sale cada mañana y yo cada día respiro, intentando hacer las cosas lo mejor que puedo.

Eutanasia

En mi casa hay un gato moribundo, fue atropellado ayer en el parking de mi curro, una compi lo rescató y como esta noche no se puede hacer cargo de él, está aqui.

Tiene las dos patas traseras rotas, así como la pelvis, a priori piden 1.800 euros por operarle y yo me pregunto si es la mejor idea. No es sólo el dineral que cuesta es que sé que va a ser difícil y doloroso. ¿Es justo que un animalito (ya adulto y callejero) sufra unas operaciones difíciles y un post operatorio complicado e incierto sólo porque nosotros queramos que viva?

La verdad es que no lo sé, pero creo que no.