Dormidito

Esta mañana mientras iba a casa de mi jefa pasé por un cesped y había un gatito reposando sobre él. Tenía los ojos entrecerrados mientras la mañana se desperezaba en su pelaje.

Pensé en que era muy fácil alegrarme el día, pensé en lo bonito que sería llevármelo a mi casa y seguí mi camino.

Cuando he vuelto de casa de mi jefa iba a cruzar cuando en mitad de la carretera he distinguido su suave pelaje blanco. Y me han entrado ganas de llorar.

A lo mejor soy tonta, a lo mejor debería pensar que es sólo un bicho, un bicho que además no era mío, pero pienso en ese bichito chico y me entran ganas de llorar.

Pajarillo

Llovía a cántaros, tanto que su alma estaba empapada.

La lluvia arreciaba y ella ya estaba calada hasta los huesos, no había donde refugiarse, sólo podía llegar a un sitio, la única casa que conocía.

Entonces mientras sus heladas y húmedas piernas la dirigían a su destino una mancha negra captó su atención.

Encogido, apretado contra la pared había un pajarillo negro. Sus plumas estaban brillantes de la cantidad de lluvia que habían recibido…

Pájaro y humana se miraban… ella se debaría entre cogerlo o no, el pajaro no sabía si sentir miedo o saltar a sus manos

La duda se prolongó demasiado y ella sin mirar atrás se fue. Siguió andando, un paso, dos, tres… y entonces se dio cuenta.

Todos somos pajarillos empapados esperando que alguien no pase de largo