Los caballeros

Los caballeros de hoy en día no aparecen a lomos de corceles sino de bicicletas.

Los caballeros de hoy no llevan armaduras de metal sino que luchan a pecho descubierto por lo que creen.

Los caballeros de hoy no ayudan al rey a mantener el status quo sino que ayudan al pueblo a rebelarse contra sus lamentables condiciones de vida.

Los caballeros de hoy no viven cómodamente en su castillo sino que trabajan para mantenerse y sacan tiempo de donde no lo hay para hacer el bien.

Los caballeros de hoy pierden batallas pero cambian el mundo que les rodea.

Soy afortunada porque conozco a un caballero de verdad, y ese eres tú.

12 meses 12 causas

Enero se empieza con resaca, no necesariamente de alcochol, pero resaca, de emociones, de expectativas. Decimos adiós y empezamos de nuevo, expectantes por saber qué pasará. Llega Febrero, que es un mes raro, tan corto, tan inesperado, tan, tan, tan… Febrero que cuando empiezas a disfrutarlo se convierte en Marzo. El tercer mes del año está lleno de dudas «¿qué me pongo?» es un clásico y por desgracia Abril no ayuda. Abril con su Feria (si eres de Sevilla) con su calorcito (o calorazo) con su «se acerca el verano» es un mes entretenido. Llegamos a Mayo, con más pelos y kilos de los deseados y esperados, pero con la ansiedad de que ya llega, ya se siente, el verano está presente. Junio, mi Junio que me vio nacer, que me llevó a Seychelles. Junio nos dice que ya ha pasado medio año y no hemos hecho nada, somos unos niños malos. Llega el trío LaLaLa, Julio, Agosto y Septiembre. Dicen que la gente tiene vacaciones esos meses, yo llevo años sin catarlas pero si la gente lo dice… Por tocar los cojones desordenaré el almanaque y diré que Agosto es el mes de los padres con sus hijos, Julio el de los novios torrándose y Septiembre el de los listos. Antes de que nos demos cuenta ya estamos en Octubre. No hace tanto frío como esperamos, pero empieza a refrescar y justo el 31 hay una fiesta fantasmal que nos lleva al 1 de Noviembre con nuestros muertos esperándonos junto a nuestros propósitos. Y como dice la canción llega Diciembre y con él, el momento de hacer balance.

Bye bye

Diciembre es el mes de la ilusión en los niños, pero sobretodo es el mes de las comidas de cabeza, de echar de menos, de los agobios y de darte cuenta de que ha pasado un año y no has hecho ni la cuarta parte de las cosas que te has propuesto.

Sabéis que tengo razón, que digo verdades como puños y que el tiempo vuela, se escapa, se pierde como la línea. Siento un hormigueo por el cuerpo y es de emoción, porque he sobrevivido un año más.

No ha sido un mal año, ha sido raruno y eso que es feo. No es que sea supersticiosa pero 2013… suena feo. Mis manías y yo, qué «mijitas» soy, qué «pejiguera» qué expresiva.

Pequeño 2013, gracias por la visita, pero tengo ganas de que llegue el 2014.

Trust

Siempre confié en la amabilidad de los extraños.

Es algo que no puedo evitar, hay seres en los que automáticamente confío (la probabilidad de que eso pas si eres un gato aumenta un 200%) El problema es que cuando ya no son desconocidos termina habiendo decepciones pero hay un punto liberador y casi orgásmico en ese momento en el que te lanzas al vacío y confías.