Give it up

¿Alguna vez os habéis sentido tan cansados como para desear tirar la toalla y mandarlo todo a la mierda? Y no sólo todo, a todos también. Es ese momento de hastío en el que no puedes más, te sobrepasan las situaciones y sientes que lo has dado todo y que no puedes más.

Para mi es un tema recurrente e importante el de saber retirarse a tiempo, porque creo que en ocasiones no lo he hecho, sobretodo con personas. Me he obcecado en quedarme ahí, a intentarlo cuando ya no se podía reanimar al muerto, que en este caso era la relación, ya fuera de amistad o de pareja.

No sé asumir cuando algo se acaba, cuando hay que decir basta, cuando ya no merece la pena luchar. Y creedme, parar a tiempo ahorra mucho tiempo y energía y sufrimiento innecesario.

Hoy es uno de esos días en los que me pregunto ¿merece la pena todo esto que estoy haciendo?

Cumplidos que no cuestan

Que físicamente estoy mejor que hace cuatro años es un hecho, innegable e incontestable, como diría no sé quién «eso es asi» o como diría yo «eso lo saben hasta los hebreos»

De hecho yo me siento mejor conmigo misma, más guapa, más resultona y con más seguridad en mi misma (aunque en ocasiones lo disimule estupendamente) La mayoría de mis amigos y amigas cuando estoy depre y me siento embajonada porque me considero a mi misma una foca, una tía fea o tonterías de esas me recuerdan que estoy mucho mejor que antes. Incluso alguna vieja de mi gimnasio ha venido a felicitarme por lo bien que estoy y alguna vecina me pregunta por mi secreto. Sin embargo hay un grupo de amigos y amigas que no me dicen nada.

Son ese grupo de amigos para los que no he cambiado, que son incapaces de decirme nunca nada bueno. Hay otro grupo de personas que sueltan un halago más un insulto encubierto (mi padre es muy de esos) que por ejemplo te dicen «para lo gorda que estás tienes una cara muy bonita» o «si te cuidaras más estarías realmente buena»

Yo hoy me quiero centrar en la gente que nunca dice nada bueno a los demás. Yo me pregunto ¿por qué? ¿de verdad pensamos que si le decimos algo bueno a otra persona va a pasar algo malo? ¿que se va a volver una engreída? ¿que va a querer follarme aunque tenga novia? ¿No nos dedicamos a opinar, destripar y criticar negativamente? ¿por qué ser constructivo y cariñoso cuesta tanto? A veces unas palabras de ánimo iluminan un día. Un «qué guapa estás», «eres estupenda», «te quiero» sirven de mucho asi que si tenéis algo bueno que decir, hacedlo.

Error 404

Tú tan Apple y yo tan Windows.

Nuestra historia estaba condenada al fracaso… no podía ser y aún asi lo intentamos. Debatíamos durante horas. Yo te llamaba TaliApple y tú a mi cateta. Veíamos los Piratas de Silicon Valley y luego nos pasábamos días sin hablarnos. El día que murió Steve Jobs tú lloraste hasta la extenuación y dejaste de comer manzanas en su honor. Yo en cambio me pillé un pedal a sidra que acabé vomitando las gominolas estas verdes con forma de manzana.

A veces me pregunto cómo dos personas tan diferentes se sintieron atraídas. Quizás éramos dos náufragos en un mar de soledad infestado de tiburones que se encontraron y pensaron que podían hacerse compañía y quizás encontrar un barquito donde poder sobrevivir. Sin embargo ahora mismo siento que el barco tiene fugas y que la única opción que queda es que me tire al agua para que no nos hundamos los dos.

Maybe it’s time

El otro día tuve una epifanía, de estas que tengo cada dos meses y la epifanía que toca ahora es la de «estoy hasta el chichi de cometer los mismos errores» Tengo la horrible sensación de que siempre me pasa lo mismo, asi que he decidido cambiar ciertas cosas. Se trata de centrarme en conductas concretas que quiero cambiar y creo que me irán bien.

Siguiendo con ese plan pues he vuelto al gimnasio y además voy a empezar a poner cierto orden en mi vida y entre todas esas cosas me apetece retomar un poco este blog. Quiero ver películas y aprender a hacer reseñas, quiero volver a escribir, recuperar parte de mi creatividad y conectar con ciertas cosas que se han ido esfumando con el tiempo.

Quizás sea la hora de los cambios, a mejor.

Miss Bala

El otro día me decidí a ver esta película porque tengo alma de masoca. Estaba asi decaída y ¿qué hago? me pongo a ver la peli de una jovencita que quiere ser reina de la belleza y acaba metida de mierda hasta el cuello.

La cinta a mi juicio es buena. Está bien contado, es creíble y además te da mucha pena la chiquilla y te das cuenta de lo que pasa. Al final la sensación con la que yo me quedé es que ser es una mierda y te da un plus de vulnerabilidad y riesgo.

A todo esto, vaya mierda de reseñas que hago.

Entre flores y culos anda el juego

Pues mi vida es una serie de catastróficas desdichas que terminan acabando bastante bien en general. Ahora mismo la frase que me ronda la cabeza es «lo que no me pase a mi» Y es que es verdad todo me pasa a mi y al final lo bueno y lo malo se juntan y se convierte en una anécdota semidivertida.

Ayer cuando llegué al aeropuerto me di cuenta de que no tenía la cartera. Me senté en el suelo y le di la vuelta a la mochila y al bolso y asi, rodeada de mis bragas sucias, ropas, zapatillas y trastos comprobé estupefacta, asustada y agobiada que mi cartera no estaba, Quise llorar y no pude, me puse a temblar super agobiada. Estaba en una ciudad que no era la mía con 20 euros en el bolsillo, sin dni, sin tarjeta y creí que me moría. Puedo jurar, y no es mentira, que me dio un ligero tembleque. Asi que me encaminé al mostrador de facturación donde la señora de iberia fue absolutamente amable y me dijo donde había una comisaria. Puse la denuncia, cancelé la tarjeta de crédito y decidí irme a casa. Sólo quería meterme en mi cama a salvo de seres malvados que me mangaban la cartera.

Cuando llegué a casa tenía dos llamadas perdidas. ¡Habían encontrado mi cartera! Asi que a partir de ese momento mis músculos se destensaron y respiré tranquila.

De esta experiencia puede decirse que he aprendido varias cosas. La primera que aun queda gente buena en el mundo. La segunda que algunas de esas personas buenas son mis amigos. Quisiera agradecerle especialmente a una persona que no lee este blog lo absolutamente pendiente que estuvo de mi, que se ofreció a venir a buscarme al aeropuerto y a echarme una mano. Y me gustaría disculparme con esa persona también por todas las molestias que le ocasioné porque la verdad es que sí, que di un por saco considerable.

Ahora mismo lo veo todo asi con humor, incluso la próxima vez que vaya a ese aeropuerto pienso llevarles chuches o algo porque fueron super agradables igual que a la señora de iberia que me animó.