Todos Merecemos Respeto

Acabo de tener una acalorada discusión por facebook por una muchacha que escribió lo siguiente: «Suben fotos en pelotas y después quieren que las traten como princesas y que les toque un caballero, no uno cualquiera. ARO.»

Me asquea dicho comentario, lo siento, pero las personas tienen derecho a subir las fotos que quieran que siguen mereciendo respeto y amor. La persona que escribió esto no es un abuelo de 80 años, criado en el franquismo en el seno de una familia tradicional católica. Lo ha escrito una muchacha de veintipocos años que sube de manera habitual selfies poniendo morritos, con amigas que también lo hacen.

¿Qué le pasa a la juventud que va detrás de mi que son más sexistas que yo? ¿Es culpa de las redes sociales? ¿de los medios de comunicación? ¿qué coño pasa? Durante el debate he puesto el ejemplo de que en Afghanistán las mujeres que enseñan más que los ojos son consideradas unas guarras que merecen lo que les pase (que no deja de significar que no son merecedoras de respeto) Con el ejemplo trataba de que entiendese que si los cms de piel que una persona muestra son la medida del respeto que merece, eso varía en cada cultura, sociedad y momento y que ella, en otro lugar podría sufrir las consecuencias. Yo abogo porque a las personas se las respete, enseñen lo que enseñen, porque esa es la medida universal ¿eres persona? pues mereces respeto.

Me recuerda a una discusión que tuve en cierto foro con un niñato de 15 años que afirmaba que a las prostitutas no se las podía violar, si se las obligaba a hacer algo que no deseaban con pagar más dinero ya estaba el problema resuelto. Me costó un disgusto y romperme la cabeza contra el muro de la incomprensión y no llegué a nada con el descerebrado.

Criticar es sumamente fácil, lo sé, caigo en la trampa millones de veces, pero intento estar alerta. Creo que hace eones que no digo que esa tía es una guarra o puta (en el sentido de promiscua, en el sentido de mala persona lo digo millones de veces) y procuro no meterme con el físico de nadie, ni de hombres ni de mujeres. Es un ejercicio difícil, pero merece la pena intentarlo, aunque sea por vivir en un sitio mejor y porque se educa mejor mediante el ejemplo que con la palabra.

Buenos días y que nadie os joda la vida.

Miami

Buenos días, hoy os escribo para contaros que me voy el fin de semana que viene a Marrakech y como no os he contado nada de Miami, creo que es el momento ideal para hacerlo.

Mi viaje a Miami fue una decisión tomada en el último momento, como casi siempre. Me cuesta decidirme y me da pereza mirar, combinación explosiva, pero así soy yo. Después de mirar destinos tan dispares como Cabo Verde, Praga, Copenhagen, Santo Domingo y Nueva York, me decanté por Miami.

Miami es latino, es español, es oír pesos en vez de dólares, es color y calor, es piropo y acoso sexual, juventud, fiesta y alcohol carísimo. Fui a Miami, a los Everglades y a Key West y en conjunto estoy satisfecha con el viaje, aunque fuese breve.

La verdad es que necesitaba descansar y desconectar, demasiado mal rollo en el curro y sobretodo tenía que quitarme la presión de mi último gran viaje antes de la subrogación, sobretodo porque no sé si podré hacerlo más adelante.

Lo más reseñable de Miami es que da igual lo que lleves puesto te van a decir cosas, desde guapa, hembra, cuerpo, preciosa, hasta que te tiren besos y muchísimas miradas. Llegó un momento en que me sentí muy incómoda y he viajado muchísimo sola, jamás, había sentido tantísimo acoso.

Próximo destino: Marruecos

Yo, Cosa

Hoy cuando esperaba para entrar en yoga he tenido un pensamiento muy horrible. Es horripilante por lo que dice de mi, una mujer joven y educada criada en una sociedad más igualitaria. Ahí estaba yo sentada, pensando que ojalá estuviera delgada y cómo me gustaría que mi novio se sintiera orgulloso de mi. Es entonces cuando he sentido el impacto. ¿Qué es eso de que mi novio se tenga que sentir orgulloso de mi por mi aspecto físico? ¿tan poco me valoro que para mi es importante que él pueda fardar de novia guapa? ¿no tengo nada más que ofrecer que mi cuerpo? ¿no debería sentirme yo bien con mi aspecto más allá de lo que los demás puedan pensar sobre él?

No necesito que venga ningún hombre a cosificarme, ya lo hago yo solita sin ayuda de nadie. Me convierto en un trofeo, anhelo ser un bonito cuerpo que él pueda exhibir… y entonces vienen las preguntas, si yo, que soy alguien sensibilizada con el tema pienso estas cosas ¿qué piensa la gente que no se pregunta cosas? ¿será capaz la generación de las redes sociales de avanzar o por el contrario daremos pasos atrás para conseguir más «me gusta»?

Quizás debería preocuparme menos por las generaciones venideras y más por mi. Tal vez, debería quitar toda la mierda que tengo en la cabeza y disfrutar más de mi, de mis imperfecciones y de mi vida.

Mío, sólo mío.

Es curioso como este blog ha sobrevivido, a trabajos, parejas, juegos online, malos momentos, buenos momentos, secuestros de musas, cansancio y agotamiento. Aquí sigue esta bitácora, este diario de mis peripecias, esta ventana a mi.

Mostrarme no me ha salido gratis, hay una gran diferencia entre mi actitud antes de 2009 y después. En ese año un ex novio se dedicó a insultarme por diversas redes sociales y en este blog me comentó deseándome la muerte. A partir de ese momento decidí no compartir este espacio con la gente nueva que entraba en mi vida, ni novios, ni amigos ni compañeros de trabajo ni de viaje. Este sitio en mitad de la nada, es mío, es mi vida, mi historia, mis sueños, mis esperanzas, mis decepciones…

No tengo claro por qué cuento esto, no sé si le interesa a nadie, pero hoy viernes en medio de una rotación de 8 días, tenía ganas de contaros esto.

La Escena del Crimen.

Me siento idiota.

Ayer iba a escribiros sobre amor, sobre el hecho de que estoy enamorada. Eso para mi es un gran paso, no suelo hablar de esos temas aquí. Los motivos por los que los hago son igual de absurdos y diversos que yo. Desde que hay hijos de puta que me leen y no quiero que sepa más de la cuenta de mi vida hasta que hubo gente que sintió por mi y no quiero herirles (aunque ya no me dirijan la palabra)

Ayer me sentía llena de amor, llena de deseos de manifestar lo que había dentro pero hoy eso se ha convertido en frustración. No he discutido con el dueño de mis suspiros, no nos hemos dejado de amar, simplemente es que me encantaría disfrutar de él, pero las circunstancias, familiares, laborales y sociales hacen que estos días no nos hayamos podido ver. Y yo estoy sensible, demasiado.

La futura subrogación me tortura y todavía falta un mes, creo que voy a acabar loca. Mi vida nunca es fácil, supongo que la de nadie, pero a veces siento que he sido una niña muy mala y que estoy castigada de cara a la pared, que llevo demasiado tiempo en ese rincón.

Down

Estoy muy cruzada, se me amontonan las dramas y yo no sé digerirlos.

Volví el lunes de Miami y ya he tenido jaleo suficiente para agotarme. Miércoles, abogado del golpe del coche, una pérdida de tiempo porque sigue dilatándose en el tiempo. Jueves, abogado de mi antigüedad por mi próxima subrogación, otra pérdida de tiempo porque hasta dentro de un año no creo que se sepa nada. Ayer, que en un principio sólo iba a trabajar de 18:00 a 23:00, terminé trabajando de 14:00 a 16:00 y de 18:00 a 00:00 y esta mañana a las 8 estaba en planta para ir a un servicio de orientación porque ante la proximidad de la subrogación busco alternativas.

A todo esto tengo muchas ganas de llorar y me duele mucho el cuello, lo sé, soy una quejica. Debería asumir que desde el accidente, mis cervicales no van a quedar igual y que tengo que convivir con el dolor pero me pongo triste y si ya lo estoy entro en barrena.

¿Sabéis qué hago? Escucho canciones que me hacen sentir miserable, porque tengo muchas ganas de llorar y no lo consigo. Tengo toda esta mierda creciendo en mi interior y no consigo echarla, es como tener estreñimiento emocional.

Sonreid por mi.