¿Qué os puedo contar?
Me duelen los pies, mucho, los zapatos del trabajo son como un mal novio, sólo sirven para hacer daño. La verdad es que la vuelta a mi trabajo (el que me da de comer) ha sido dura. Vuelta a los turnos partidos, a las tocadas de pelotas por parte de la dirección y cosas asi. Pero a mi no me pagan por pensar, me pagan para obedecer y más me vale hacerlo bien porque mi pluriempleo se acabó. Con una fuente de ingresos menos tendré que apretarme el cinturón. Y esa noticia es lo que ha hecho que me decidiera a ir a Madrid el fin de semana pasada. Fui el Sábado al DCODE festival con una desconocida, porque sí, porque soy asi y porque Twitter es grande.
Me alegro de haber ido, me alegro de haber conocido a esta muchacha, me encanta haber visto a gente a la que quiero y me apena no haber estado el tiempo suficiente, como siempre. Vivir lejos de la familia creo que en general produce cierta sensación de fracaso porque nunca es lo suficiente pero bueno, no vamos a vomitar sentimientos por lo menos hoy.
Os hablaré un poco, una mijita, del festival. Qué decepcionada estoy con los Supersubmarina, con ellos y con su cuenta de twitter. Sonaron mal y me defraudaron. The Kooks sonaron muy bien y eso que a priori no tenía fe y me sorprendió que conocía más canciones de las que creía. The Killers sonaron bien, el tío tiene un vozarrón y a mi juicio cantaron las canciones adecuadas para gente como yo a las que se la sopla el grupo pero conoce algunas canciones. Lo malo es que tuve que escuchar Human, que es una canción que odio con todas mis fuerzas. Sólo hay una canción que odio más que es «Viva la Vida» de los Coldplay.
Y asi ha pasado un verano más, se acerca el frío y yo voy envejeciendo, mientras que la niña a la que he cuidado durante 8 años crece y ya es una mujercita de 12. Se acerca el momento de usar jerseys y mis adoradas Dr Martens y disfruto de tener las cosas claras y de darme cuenta de la realidad.
Un saludito desde mi cama, sólo ocupada por mi gatos.