Sólo sé que no sé nada

Mientras suena una voz de fondo me dispongo a escribir que mi vida va a cambiar, no tengo claro cuándo, pero a no tardar mucho (si no la cago en el reconocimiento médico o la formación)
Aprobé el examen. Yo, que pensaba que iba a suspender, que me follaron en los psicotécnicos. No sólo aprobé, sino que en principio tengo plaza. Desde que sé que lo que sé he pasado por varios estadios. La agonía, el miedo. Probablemente tenga que dejar mi piso, mi ciudad y a mi gato con mi familia. No sé cuándo dejar mi trabajo. No sé cuándo empezará la formación, no sé si será online con esto del covid,
Todo en mi vida es un gran «no sé».
Pero yo me pregunto ¿no es la vida de todo el mundo una gran incertidumbre llena de certezas falsas?

El Antes y el Después

¿Cuánto daño es mucho daño?

Qué preguntas más raras hago ¿verdad? La pregunta ha surgido por otra pregunta que me reconcome desde hace rato ¿cuánto dolor has soportado para que decir «te quiero» te aterre?

Creo que todos y todas en algún momento hemos conocido a alguien que ha arrasado con todo. Pudo ser una relación tóxica, a lo mejor ni siquiera fue amor, a veces simplemente es una historia que acaba y otras es algo trágico. Pero siempre, siempre, siempre hay alguien que es un antes y un después.

Crecer implica tener cicatrices, es inevitable, lo que me atormenta es la idea de que esas cicatrices se conviertan en incapacitantes. Si quieres a alguien deberías ser capaz de decírselo ¿no?. Un fracaso anterior, un error del pasado, un suceso traumático no debería robarnos la capacidad de decir algo tan hermoso como es «te quiero», «te amo» o «me importas».

El amor, cuando es correspondido, es precioso.

Amor, tanto significado en una palabra tan corta.