Hawaii

Me gustan las dobles vidas.

Tenía una cuenta oficial (y sosa) de twitter donde me seguían mis amigas y una trol donde decía cochinadas. Nunca fue lo mismo a partir de que me encontraron y empezaron a seguir.

Quizás sea ese el motivo por el que me gusta que nadie lea este blog, porque puedo decir lo que quiera. El mundo se ha olvidado de este rincón del ciber espacio y yo lo uso para soltar mierda y para intentar escribir de vez en cuando.

Mi círculo cercano de amistades femeninas están emparejadas (salvo dos) y además desde hace mucho, de hecho ya tienen niños y maridos, casas y todas esas cosas. No sirven mucho a la hora de superar rupturas, algunas sólo han tenido una pareja seria. Así que yo he dado algún que otro tumbo no tengo muchos referentes.

La cuestión que me ocupa es que aunque yo ahora mismo estoy bien y con el corazón entretenido, la noticia de que mi último ex, el que más daño me ha hecho, vaya a ser padre, me ha dejado trastocada. Que a mi me respondiera con un «¿por qué no adoptamos cuando tengamos 50 años?» el día que le planteé el tema de la paternidad y que en un año y poco con su actual pareja haya decido ser padre, me deja claro que el problema es que no me quería.

Más allá de que él no me quisiera el mayor problema es que yo no me quise y dejé que arrasara con mi autoestima. Le di todo hasta que no quedó nada y eso fue muy decisión. Perdonarme me cuesta, pero sé que es necesario.

No sé si alguien que necesite consejo me leerá algún día, pero nunca quieras a nadie más de lo que te quieres a ti mismo. No malgastes tu tiempo con gente que no lo valora. Respétate, siempre, ante todo.

Mientras reflexiono sobre el amor propio, trato de gestionar la futura paternidad de mi ex. La realidad es que lo mejor que me pasó fue que la relación acabase ¿entonces por qué me afecta? ¿Será porque proyecté un futuro irreal? ¿porque a veces pienso que él ha salido ganando en todo y la que se quedó jodida?

¿Por qué pienso en alguien que me hizo polvo cuando ahora mismo hay alguien cambiando turnos para pasar tiempo conmigo? Respiro hondo, corro el riesgo de emocionarme.

Buenas noches

Pensa/Senti – Mientos

Qué bonitas son las más bonitas casualidades.

Mientras la taza de café echa humo pienso en el cosquilleo que siento (y no sólo en el estómago) y no puedo evitar sonreír.

Qué bonito es cuando eres capaz de verte a través de los ojos de alguien que te mira con amor.

Cambio de canal distraída, preguntándome cuándo te volveré a ver.

Qué bonita es una sonrisa sincera correspondida.

Me pregunto si debería escribirte, si tienes tantas ganas de saber de mi como yo de ti.

Que bonitos estos sentimientos que creí que jamás volverian a mi.