Rojo ¿quién me dijo que era el color de la ira? La verdad es que no lo recuerdo, no creo que tenga importancia. ¿Por qué las personas a todo le asociamos un sentimiento, una emoción? ¿Por qué me pone triste ver un libro con las hojas sueltas? ¿Cuál es el motivo de que deteste el rosa? ¿Por qué me hace sentir alegría ver las flores del almendro y sin embargo me parece insulsa la flor de azahar?
Nada de esto tiene sentido y sin embargo es importante, en mi opinión que dejemos salir esas emociones (que no equivale necesariamente a mostrarlas)
Cuando las cosas se dejan dentro, sobretodo las cosas malas hay un monmento en que estallamos y todo lo malo sale, aunque no queremos, aunque sea con la(s) persona(s) menos indicada. No podemos evitar que algo que nos revienta nos siente mal, da igual cuan racionales seamos, porque es algo que nos afecta en nuestra parte irracional. ¿Por qué no aceptar que somos unos maniáticos, unos desastres, unos egoistas…? ¿Por qué en vez de esconder toda nuestra mierda la observamos detenidamente y entendemos que sí está ahí es porque es parte de nosotros mismos sin la cual no seríamos lo que somos?
Pero ¿qué pasa con los sentimiento buenos? con esas emociones maravillosas que no dejamos ver, que no mostramos por miedo a ser inoportunos, rídiculos, empalagosos… ¿Cuántas veces, no hemos echado en falta, esa palabra, ese abrazo, esa mirada?
elchicogris dice:
es mas facil recurrir al exabrupto
Eriwen dice:
Pero no se trata de estallar, se trata de que las cosas fluyan. ¿Por cierto qué haces despieto a estas horas?
Raquel dice:
¿Qué horas eran? ¡Ah! Ya lo vi. A veces no fluyen y a veces el exabrupto es muy … ¿práctico?