Reality Bites

¿Por qué mi vida no puede ser un libro? Pero un libro con final feliz…

El otro día me fui a la playa y me compré un libro intranscendente, porque iba sola y no me quería aburrir. Alli junto al rumor de las olas me puse a leer la historia de Minerva una chica gordita que se enamora de un canalla.

Aún no lo he terminado, pero sé que tiene que llegar el conflicto (ya se han enamorado) y que después tienen que hacer las paces para que triunfe el amor. He de confensar que he lloriqueado un poquito, se me saltaban las lágrimas viendo el amor, leyendo amor…

Sin embargo yo soy un desastre, cuya última relación ha acabado como el rosario de la aurora y con una sensación de perpetuo y eterno fracaso.

De todos modos a partir de mañana volveré a agarrar con fuerza las riendas de mi vida, vuelta a la rutina, vuelta a hacer las cosas bien y a centrarme.

El Martes me iré a la playa para ponerme morenita y desconectar que me viene bien.

Y pronto tengo que hacer un viaje, estar con gente con la que reir, con la que frivolizar, con la que hacer locuras y no pensar.

Saludos

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Puedes usar estas etiquetas y atributos HTML:

<a href="" title=""> <abbr title=""> <acronym title=""> <b> <blockquote cite=""> <cite> <code> <del datetime=""> <em> <i> <q cite=""> <s> <strike> <strong>