La semana empezó como sabeis mal, sobretodo porquecuando llegué a Salamanca mi abuelo ya había fallecido.
Fue todo un cúmulo de sensaciones, su muerte con el hecho de que el tanatorio era el mismo que el de mi madre, ver caras que hacía 5 años que no veía, darme cuenta de que es el fin de mi infancia…
No sé cómo explicar como me siento sin que suene atropellado y un poco extraño.
El martes le enterramos e incineramos y entonces me di cuenta de lo en shock que estaba con lo de mi madre, porque había tantas cosas que no recordaba.
El peor momento creo que fue cuando vi el ataud y me di cuenta de que lo que había dentro no era mi abuelo.
El miércoles dejamos las cenizas con las de mi madre y por la noche llegué a sevilla.
Ayer estuve vomitando todo el día y hoy me encuentro bastante débil pero bien.
Un besote
Txispas dice:
Tranquila, hay cosas que se deben asumir con tiempo, intenta despejarte, salir, dar una vuelta, pensar en el mar, los peces, la vida sexual de los pingüinos del zoo, no sé cualquier cosa que no derive en pensar en tu abuelo, lo que sea.
Soundtrack dice:
Lo que dice Txispas es cierto. Estas cosas llevan su tiempo, además, desgraciadamente ya lo sabes… Posiblemente aun estés unos días en estado de shock, y luego se caerá el velo y verás la cruda realidad, de nuevo… y estarás un tiempo "de luto". Pero el obligarte a distraerte no solo no es malo, sino necesario. Y nada de sentirse culpable por hacerlo.
Ahora empieza a hacer buen tiempo… aprovecha a dar largos paseos al sol (si puedes). Está demostrado que eso anima (de noche no, que da el efecto contrario).
Como dice un probervio chino, "Esto, también, pasará". Animo chica.
A.S.Olivier dice:
6. Una apuesta fallida, la muerte de un gran amigo y el poema de Cesar Vallejo "Los Heraldos negros" como vía de escape a tanto dolor…¿No crees que la vida en ocasiones no concede oportunidad de defensa?. Gracias Carlos (A.s.olivier)
Amo a César Vallejo, pero también me da miedo cuando mis estados de ánimo son desolados. Siempre me he identificado con aquello de: "yo nací un día en el que Dios estaba enfermo". La única defensa tal vez sea el instinto animal de supervivencia. Algunos tienen suerte, otros se quedan en el camino.
La Rizos dice:
Pues mucho ánimo, guapa. Escucha a esos dos de ahí arriba, que son expertos en sonrisas y diplomados en buenrollismo 😉
Ha debido ser duro, y será. Pero hay que tirar palante por narices, así que mejor intentar calmarse, respirar hondo y ser consciente de que algún día todo ésto dejará de dolerte tanto.
Un besote.
Lula dice:
Ánimos guapa.
Muchos besos y un abrazote de oso.