Raresca

Asi es como me siento.

Mi padre está de visita, con su novia y me siento en un perpetuo examen donde haga lo que haga suspendo.

Es sumamente desagradable sentirme examinada, desde que me levanto hasta que me acuesto.

Para aquellos que piensen que exagero diré que mi padre reconoció que «me examinaba» Eso sucedió una vez que le dije que odiaba que me echase repasones porque me daba la sensación de que me buscaba fallos y el me contestó que lo hacía porque me veía poco.

Para desgracia de mi padre yo nunca seré lo que él quiere, seguramente he construido parte de mi personalidad en oposición a él. A ese padre que nunca ha estado a la altura de las circunstancias, aunque lo haya intentado.

Todas las personas que hemos crecido teniendo conflictos de este tipo solemos pensar o afirmar que nunca seremos como ellos. El problema es que mi padre nunca quiso parecerse a mi abuelo y sin embargo repetió muchos de esos esquemas y los repitió conmigo.

Espero que si algún día tengo hijos estar a la altura de sus necesidades, espero saber educarles, escucharles y sobretodo darles las armas para que puedan llegar a ser personas felices y plenas.

0 comentarios sobre “Raresca

  • Pero en este caso no me importa que la malicia no sea el motor, lo que me importa es que lo hace siempre. Repito es extenuante sentirme continuamente examinada y suspendida.

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