Así que aprovéchalo.
Disfruta de la agonía previa, de las dudas inciales y los terrores existenciales.
Saborea el titubeo, las ganas de huir y el sentiimiento de soledad entre tanta gente.
Pero sobretodo vive el momento de estar haciendo algo que te encanta, sin pensar ni en los que están ni en lo que no han podido venir, sólo siente, percibe y emociónate