Ayer después de un día agotador (ya os contaré) decidí acercarme a una tiendecita y de buen rollo mirar ropa interior nueva. Me apetecía cambiar de estilo o al menos no tener algo igual que todo lo demás (culote de kitty o rallitas) Estuve mirando en un par de tiendas y me fui con las manos vacías. Sencillamente no me veía con eso, trataba de imaginarme y en mi mente me veía ridícula.
Soundtrack dice:
Pues ya nos contarás qué tal ese día… y sobre el asunto del post, me permito comentar algo que he podido saber por experiencia propia (aunque intentaré no contar demasiado…) ;)… Y es que en alguna ocasión, la señora X se imaginaba ridícula con segun que conjunto; se lo probó casi por complacerme mas que otra cosa, y cual fue nuestra sorpresa al descubrir que el resultado casi le gustaba a ella mas que a mí… 🙂
A lo que iba, que en ocasiones lo que imaginamos no es ni mucho menos el efecto final de cuando lo compruebas físicamente. Lo digo por si tienes oportunidad de probar…
Eriwen dice:
Pues al final no me he comprado nada y no creo que lo haga, cuando esté preparada cambiaré de estilo xD