He decidido coger un cuaderno y apuntar cosas que hacer y haerlas (a ver si es verdad)
Tengo que retomar ciertas cosas, y trabajar duro.
La verdad es que tengo un problema que es que nunca dejo de pensar, es un zumbido constante que no me deja estar tranquila.
Es mi forma de ser y no creo que lo pueda cambiar asi como asi, pero lo cierto y ello es que tengo que tomar cartas en el asunto, tengo que pensar menos y hacer más.
Primero tengo que encontrar curro, cambiar un par de cosas de mi currículum, limpiar a fondo mi casa, ir más al gimnasio….
Algo que tengo que hacer es trabajar a fondo con mi autoestima.
Se podría decir que en general hay una autoestima que se mantiene más o menos estable, resulta que niños y niñas cuando son pequeños tienen los niveles de autoestima similares, pero cuando entramos en la preadolescencia, el de las niñas cae en picado.
Cuando se va saliendo de la adolescencia, las mujeres vamos recuperándonos, pero por regla general nunca se alcanzan los niveles anteriores.
Un saludo
Lula dice:
Depende de la persona cariño.
Yo tengo la autoestima y el ego y la autoimagen a 8 metros bajo tierra…
De centrifugados mejor no hablamos.
Besotes guapa!
Soundtrack dice:
Lula tiene razón, depende de cada cual. Yo sigo mantienendo el mismo nivel de autoestima que cuando era niño, que era -7 aproximadamente 🙂 Lo de tener un cuaderno y apuntar cosas tiene pros y contras. A favor: tienes un listado fijo que te proteje de olvidos involuntarios; En contra: el bajón que te entra al revisar la lista y ver la de cosas aun no hechas 😛
Y lo de pensar menos / actuar mas, resulta que es automático y a la inversa… Yo también tengo ese zumbido que no para de pensar (lo cual es un fastidio si quiero ver un rato la tele) :P, pero me he dado cuenta que si actuas mas, si te dedicas a hacer cosas, inconscientemente te enfocas en esa tarea y piensas menos (conscientemente, me refiero: el cerebro tiene mas actividad, pero con un objetivo, sin darte por saco con temas innecesarios en ese momento). Y si, trabajar duro. No vas a cambiar tu forma de ser, pero sí que puedes adaptarte a ella y sacar lo mejor de tí. ¡Contamos contigo! 😉