Pues después de un día lleno de emociones mi amigo Chema me ha permitido usar su portátil y comenzar la crónica de este viaje.
La verdad es que mi ánimo era algo sombrío al comienzo de este viaje. No era lo que quería, yo como ya sabeis lo que quería era dormir, descansar, y curarme este resfriado que ha viajado conmigo hasta París.
El viaje estupendo, hemos llegado con 15 minutos de adelanto a Orly oeste.
Antes por la mañana me he sentido bastante bien durante el día y eso a pesar de levantarme a las 5.
Mi super amigo nos ha dado croissants y ha comprado baguettes para hacernos unos bocadillos para el día y luego ha comenzado el día de andar.
Desde las 12 hasta las 19,30 andando, hemos ido al museo d’orsay y luego hemos peregrinado por distintos lugares de la ciudad, por ejemplo hemos visitado el hotel de los inválidos (mi versión es hotel de los lisiados) hemos estado en el parque de las tullerías, en la plaza de la Concordía y en el arco del triunfo (y en la casa de japón en París)
Después hemos comido un crepe super rico y se ha escoñado un plan que incluía una happy hour.
He pasado frío, he sido poco previsora y ahora me pillaré una cacho pulmonía, pero no me importa, de algo hay que morir.
En este día lleno de gabachos soseras me he planteado la racionalidad de los museos de hoy en día… ¿tienen sentido las enorme s pinacotecas en las que te hartas de ver salas y llega un momento en que sólo quieres irte?
También me he percatado que yo no encajaría en esta urbe llena de gente cool y glamourosa. ¿Por qué soy tan poco estilosa? ¿Por qué los y las franceses son tan molones?
Un saludito desde un frío país
Jean-Luc dice:
Una chica con tu sensibilidad encajaría en cualquier ciudad con espíritu francés…