Parece que los días son hojas de los árboles que se caen sin ton ni son, sin que me dé cuenta y eso me asusta.
¿Eso es lo que me espera de aqui a que me muera? A trabajar para sobrevivir, a perder mis ilusiones y esperanzas y a ver la vida pasar… Espero que no. Pero algo tengo que hacer.
Mientras escucho música pienso en nada, no os voy a engañar.
No estoy triste, no estoy contenta, estoy apática.
Eagle Eye Cherry me susurra al oído que salve esta noche y el sentido común me chilla que despierte.
A veces soy muy tonta, quiero decir que me cuesta mucho percatarme de algunas situaciones, lo que me ha provocado más de un problema. Pero ahora estoy viendo algunas cosas tan absolutamente claras… ha llegado el fin de una etapa. No hay vuelta atrás, se ha pulsado el botón. Ahora sólo queda ver como me desenvuelvo antes los acontecimientos.
No sé como terminar, quizás porque esto es sólo una comedura de tarro
Raquel dice:
Pues a veces esa intuición de final de etapa resulta ser sólo una ilusión más. Pero es imposible vivir sin esperanza.