Te haces mayor cuando el cerebro es capaz de enmudecer al corazón.
Que complicado es ser adulto, que duro asumir que a veces hablar no sirve para nada, al menos nada bueno.
Que horror más horroroso aprender a rendirse.
Que pena cuando lo silencios nos ahogan.
Que innecesario se vuelve sentir y que indespensable aprender a fingir.
Que asco.