Somos tan inseguros que interiorizamos que la razón de que no nos quieran es que no somos lo suficientemente buenos, por eso acabamos con escoria, hasta que un día despertamos y mandamos la mierda a su sitio, al basurero, y la alejamos de nuestro corazón.
Bipolar dice:
Pues yo a quien no me quiere le considero un autentico gilipollas. ¡Mira que no darse cuenta de lo majísimo que soy!
Un cariño, bueno vale dos, a si me aseguro que no me consideras un gilipollas.
Eriwen dice:
El problema es que a veces somos muy gilipollas.
Lula dice:
Aiisss cómo me gustaría tenerte más cerca para aprovecharme de ti!!
Mi niña necesita que le den consejos de esos, pero claro, no su mamá que es un rollo de señora mayor cabreada…
Un súper abrazo
Eriwen dice:
A ver si subo a Barcelona y quedamos tu niña, tú y yo. De todas formas nadie escarmienta en cabeza ajena.