Cartas perdidas en el tiempo y el ciberspacio

Si no quieres obtener los mismos resultados quizás va siendo hora de que cambies la forma en la que afrontas el problema. Asumir la realidad es complicado, por lo menos a mi me cuesta porque parece que siempre deposito mi fe en dioses de barro, en ilusiones que duran lo mismo que un parpadeo.

Soy una persona dura, lo he demostrado. Me he caído (literalmente en los últimos tiempos) y me he levantado. He pagado cada error y tengo cicatrices que lo demuestran y ahora mismo lo que quiero es que alguien me cuide. Tengo ganas de encontrar un compañero haga de bastón cuando me cueste caminar, que me oriente cuando me pierdo, que me abrace cuando tenga miedo, que tenga ilusión por hacerme sonreír. No puedo sanar heridas que no quieren cicatrizar y no puedo esperar nada de alguien que no quiere dar nada, no puedo estar recordando que yo necesito tal o pascual y como la gente no cambia he decidido plantarme.

Así que meteré en una cajita el más valioso de los regalos, un adiós cargado de buenos deseos y una promesa de amistad sincera.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Puedes usar estas etiquetas y atributos HTML:

<a href="" title=""> <abbr title=""> <acronym title=""> <b> <blockquote cite=""> <cite> <code> <del datetime=""> <em> <i> <q cite=""> <s> <strike> <strong>