La niña corrió a la habitación más alta de la torre, al último cuarto, al armario más grande y dentro buscó en el fondo más oscuro una caja, cuando tuvo la caja entre sus manos corrió e hizo el camino de regreso hasta que encontro al sujeto y con mano firme le entregó el más grande de los regalos al niño de ojos negros enormes que la miraba. Dentro estaba un papel con un garabato que parecía un corazón.
Pobre ilusa, no sabía entonces que no podía amar.