Mañana empiezo a trabajar otra vez cuidando a la niña que cuido y la verdad es que no me apetece nada levantarme a las 6:30 am para ello, pero hay que comer, no hay más narices.
La niña que cuido es bastante buena, pero es una niña por lo que en ocasiones he visionado una peícula en mi mente donde le daba un bofetón, pero por suerte para ella jamás lo he hecho.
Esto de volver a tener una rutina no me entusiasma pero, por algún motivo que desconozco creo que me va a venir muy bien. Por lo pronto madrugaré y no tendré estos horarios tan extraños que tengo ahora.
Por lo demás, también dejo la nocilla. Después de una semana en la que se ha convertido en mi sustento principal he tomado una decisión: nada de nocilla en una buena temporada. Es extraño pero habiendo engordado la gente me dice lo contrario, será que los pantalones al apretarme tanto me meten los michelines en alguna dimensión paralela.
Mañana os contaré como ha sido mi vuelta a la rutina, cuidaos mucho