Red Line

Sólo se escucha el ruido del calefactor y eso asusta porque me deja sola con mis pensamientos. Un escalofrío que viene no se sabe muy bien de donde eriza mi piel y suspiro. Suspiro porque me doy cuenta de que ser consecuente con las decisiones tomadas es difícil y doloroso.

La noche avanza y ya no sé cómo engañarme, quizás usé tantas mentiras que las agoté. La melancolía va derramándose sobre mis pensamientos pero no me importa, porque ya he trazado la línea roja y ya, no hay marcha atrás, porque al final lo que cuentan son los hechos y no las palabras.

Cartas perdidas en el tiempo y el ciberspacio

Si no quieres obtener los mismos resultados quizás va siendo hora de que cambies la forma en la que afrontas el problema. Asumir la realidad es complicado, por lo menos a mi me cuesta porque parece que siempre deposito mi fe en dioses de barro, en ilusiones que duran lo mismo que un parpadeo.

Soy una persona dura, lo he demostrado. Me he caído (literalmente en los últimos tiempos) y me he levantado. He pagado cada error y tengo cicatrices que lo demuestran y ahora mismo lo que quiero es que alguien me cuide. Tengo ganas de encontrar un compañero haga de bastón cuando me cueste caminar, que me oriente cuando me pierdo, que me abrace cuando tenga miedo, que tenga ilusión por hacerme sonreír. No puedo sanar heridas que no quieren cicatrizar y no puedo esperar nada de alguien que no quiere dar nada, no puedo estar recordando que yo necesito tal o pascual y como la gente no cambia he decidido plantarme.

Así que meteré en una cajita el más valioso de los regalos, un adiós cargado de buenos deseos y una promesa de amistad sincera.

El Drama de Iberia

Me ha costado ponerme a escribir este artículo, quizás porque me toca demasiado de cerca, quizás porque es uno de mis temas recurrentes en los últimos tiempos, quizás porque me parece demasiado complicado explicarlo todo. Me cuesta verbalizar los entresijos de este mundillo. He tratado muchas veces de escribirlo, pero siempre he acabado borrando y escribiendo para al final dejarlo. No sé si hoy conseguiré poner en mi pie la realidad.

Iberia se va a la mierda y con ella la mayoría de sus empleados. El mundo del aeropuerto es un mundo complejo a veces difícil de entender y por ello no se comprenden del todo las consecuencias del caminito que está tomando nuestra compañía bandera. No hablamos sólo de un ERE en el que se van a ir 4.500 personas a la puta calle, hablamos de que en el 2013 se sabrá quién va a ser el principal operador en los aeropuertos españoles y presumíblemente Iberia dejará de serlo en la mayoría para quedarse con Madrid y quién sabe si alguno otro. Si Iberia deja de ser el principal operador sus empleados serán subrogados.

Iberia es de las empresas que mejor pagaban a sus empleados de tierra. Iberia quiere echar a gente y empeorar las condiciones salariales de los que se queden para nada porque en menos de un año la mayoría de sus empleados habrán sido subrogados a otras empresas. Bueno, para nada no, tienen que empeorar esas condiciones porque probablemente sino nadie querría quedarse con toda esa gente y aún asi habrá gente que se quedará en la calle porque la realidad del sector aéreo español es difícil ahora mismo. La realidad ha cambiado y la realidad en nuestros aeropuertos es que hay que sacar dinero de donde sea. Las escalas son cortas y hay que correr, hay que hacer el trabajo a destajo, no se valora el atender bien al cliente, no hay flexibilidad ni libertad de acción y hay mucha mala educación por parte del pasaje que son capaces de desearte un cáncer por cobrarles el exceso de equipaje.

Iberia lleva haciendo muchas cosas mal desde hace mucho tiempo y lo que sus empleados no han querido ver es que lo que va a pasar es parte de un plan. Este plan está siendo ejecutado por unos gestores que no pierden nada porque la compañía se hunda porque se verán recompensados. Se han regalado rutas, primero clickair que luego ha llevado vueling tras la fusión. Se ha actuado como si la competencia no existiera y se ha perdido el interés por hacer las cosas bien.

A nivel de movilizaciones, creo que llegan tarde. Por desgracia esta empresa ha sido como una microsociedad de castas, donde el escalafón más bajo era la gente de tierra y los reyes eran los pilotos. Y no, la culpa de que la empresa se hunda no es de ellos, pero sí que es cierto que no se han caracterizado por ser especialmente solidarios. Hasta que no han visto que la mierda les llegaba a ellos no han hecho nada. Y el resto de colectivos no han sabido movilizarse aunque es complicado cuando los sindicatos están tan vendidos y en Iberia lo están. Por desgracia en muchas escalas no ascendía quien fuese competente sino quien estuviera afiliado al sindicato adecuado y asi, llegamos a la situación actual, donde todo se va a la mierda y no va a haber forma humana de pararlo.