So fucking tired

Estoy cansada, quiero rendirme, quiero dejar de luchar. Sé que en los caminos hay cuestas, que las rosas tienen espinas, que los príncipes que se casan con las princesas no siempre comen perdices pero hoy es uno de esos días en los que me gustaría poder apoyarme en alguien. Encontrar a alguien que entiendese por lo que estoy pasando y me diera una solución mágica a mis problemas.

Buenas noches

Como el rey dixit

«Me llena de orgullo y satisfacción (…)» ver que después de 4 años aún hay gente que entra en mi blog por «motivo por el que los estudiantes no leen». Al poco de iniciar la andadura de este blog escribí un artículo al respecto en el que básicamente opinaba que era una cuestión de hábitos. Si a una persona no se le inculca el hábito de la lectura no deberíamos quejarnos poque no lea.

Entiendo que ahora mismo la lectura parte en desventaja, ahora está la tele, las consolas… y leer exige un esfuerzo, es una putada, sobretodo en estos tiempos que corren en los que las personas no queremos hacer nada, no queremos esforzarnos, lo queremos masticadito todo (¿soy la única que cada vez se acuerda más de Wall-E?) De todas formas, aun leyendo hay tanta gente que se queda igual, que no analiza, ni piensa, ni reflexiona y por supuesto no cuestiona. Hablamos de la típica persona que coge una novela supuéstamente histórica y se lo cree todo a pies juntillas.

¿Cuál es el futuro que nos espera? ¿Es más, tenemos futuro?

Azafatos

El Mundo titula ESTA NOTICIA como «La increible historia del azafato impaciente» Para quién no quiera pinchar en el enlace le resumiré la historia. Pasajera con prisa se levanta antes de que el avion haya llegado a «aparcar» del todo, el azafato le pide que se sienta y la pasajera le golpea con el compartimento de las maletas. Asi que el azafato se encabrona, coge sus maletas abre la puerta de emergencia, se desliza por el tobogán y se pira.

¿Quién no ha deseado hacr algo asi? ¿Quién no se ha imaginado mandándolo todo a tomar por culo? ¿Cuántos alguna vez tendremos el coraje de hacerlo? Supongo que uno de cada diez millones.

De todas formas, a medida que he ido siguiendo la noticia, parece que hay nuevos datos. Como que el azafato quiere volver a la compañía y que los pasajeros dicen que estaba ebrio (aunque no me creo a los pasajeros la verdad) No sé, mi héroe de la semana puede que tenga pies de barro y me hace sentir algo decepcionada. Los héroes ya no duran ni un día.

Mirando

Mirando por la terraza observo las nubes y como a momentos la luz consigue atravesar las nubes. Hoy no trabajo y me siento tranquila. Miro y miro y observo las montañas, el verde y procuro no pensar en nada especial. Esta tarde a lo mejor me animo a visitar algún puebecito con encanto. Por cierto, hablando de encanto, creo que debo de tener algo. Un señor cuando le pedí un café me interrogó sobre mis orígenes y luego habló sobre mi «arte» Lo siento pero me descojono, no me considero especialmente salerosa. Eso sí le agradezco al señor de mediana edad que me «piropease» siempre es da gusto que te peloteen con educación.

Aún no he comido, estoy haciendo las cosas a cámara lenta, disfrutando de tener tiempo, de no tener prisa. Otra cosa que normalmente no hago y hoy estoy haciendo es ver la tele y leer los periódicos. Aunque no debería, porque me pongo de mala leche. Haciendo caso a los medios de comunicación da la sensacón de que todo es una mierda y de que nos vamos a ir a la mierda de un momento a otro y no hablo sólo de España. Cuando digo que estoy aprovechando para leer los periódicos hablo de que le he echado un vistazo a varios, ABC, la Razón, el País y la Vanguardia. Estoy convencida que esta negatividad generalizada tiene que ver con que el miedo vende, las tragedias venden más que la alegría y cuando algo deja de ser rentable nos olviamos sin pudor. ¿Qué pasa con el vertido de petróleo en el Golfo de Méjico? ¿Ya no hay nada que añadir? ¿Todo olvidado?¿ya no es una catástrofe ecológica? Vivimos en un mundo frívolo, dónde pasamos de hablar de másacres para a continuación hablar de la última peli de Tom Cruise. ¿Hemos perdido la capacidad de análisis? ¿De mirar más allá de la superficie? ¿las noticias que se muestran han de ser cortas e impactantes?

El duro momento de las compras

El peor momento para una mujer acomplejada con su cuerpo (como yo) es cuando te encierras en el probador con todas tus lorzas al aire. Ese momento en el que te ves en todo tu esplendor, te observas con todos tus defectos, te giras intentado encontrar un ángulo amigo y sólo encuentras defectos y más defectos.

Esto lo pensaba el otro día mientras me miraba en un probador de h&m con aire decepcionada, mientras desechaba una falda vaquera y dudaba con una camisa.

Supongo que es el peor momento porque estás ahí, desnuda, de cuerpo entero, mirando ropa, que además la mitad no te gusta y te miras con ojos escrutadores mientras te planteas si el problema eres tú o la ropa.

Ayer fue una noche de tigres y leones

Pues amigos y amigas ayer fue un día largo. Después de currar hasta las diez de la noche me encontré con una barbacoa de una amiga que no me quería perder y una quedada con unas amigas.

Vestida para trabajar me metí en mi coche y me dispuse a encontrar una casa sin tener nada más que unas indicaciones en un papel sucio. Después de un par de errores me di cuenta de que la primera opción era la correcta (si es que hay que hacer más caso a la intuición) Un ratito, una chistorra con pan, entrega de regalos (porque la barbacoa era una celebración) y a ponerse la ropa de salir y los zapatos escritor (de Zorrilla vamos) y a tomar una copa «by the face»

Después en la discoteca mucho padre de familia, mucho chavalín, un chico guapísimo y un gilipollas. El gilipollas bailaba aceptablemente bien pero iba de engreído po la vida, con el modo buitre on y se dedicaba a imitar a los camareros. Le hubiera zurrado. El chico mono era un yogurcito, muy atractivo, bailaba bien y lo daba todo en la pista pero con clase. Ains pero que rico.

Por último los padres de familia. Poco antes de irme un señor se puso a hablarme (justo cuando salieron los gogós) Me hizo un par de comentarios y luego con acentro portugués me preguntó si quería bailar. Yo no tengo nada en contra de Torrebruno (era como una mezcla extraña entre el intérprete de «Tigres Leones» y Jimenez Losantos, asi que decliné como pude la oferta y al poco tiempo me marché cansada y un poco sudorosa.