Ayer fue un día de aquellos.
Me levanté de madrugada para ir a currar, mi hermana y yo cogemos el vuelo para Madrid, llegamos sin incidencias a casa de mi tia y alli hablamos…
De cómo están mis abuelos, que son muy mayores, de cómo se encuentra la familia de mi tio, que su madre está muy mayor… También sacan parecidos razonables, a mi me dicen que me parezco de cara mucho a ella. Es algo extraño, siempre decían que me parecía a mi padre, creo que por mis michelines. Ahora después de tantos años, resulta que me parezco a mi madre en la cara. Y yo no sé cómo tomármelo. El tema de mi madre aun remueve tantas cosas dentro de mi…
A eso de la una, llaman a mi tio, para decirle que su madre está en el hospital, la hermana de mi tio se la encontró en el suelo y la llevaron al hospital donde afirmaron que le había dado un infarto. Le comunican a mi tio, que coma con nosotros, que hasta las 16:30 no le van a dejar pasar a verla.
Llegamos al restaurante a las 14:30 más o menos, y es sentarse mi tio cuando recibe una llamada: su madre acaba de fallecer. Toma pastel, en ese momento nos quedamos todos atontados. Mi tio salio inmediamente a por el coche, mi tia no sabía qué hacer porque no quería dejar a mis abuelos con mi prima que trabaja, tras unos minutos de confusión mis tios salen a salamanca y se queda una mesa extraña. Por un lado las alegres voces de los hijos de mi prima (por cierto tengo debilidad por Claudia, la primogénita) Y por otra, todos los adultos, consternados.
Ver el dolor ajeno me mata, ver a mis primos con los ojos llororsos, ver a mi prima mayor ejerciciendo de madre… me mataba.
Espero que la abuela Vicenta esté en un lugar mejor, junto con su marido. Por lo poco que la conoí era una mujer agradable y cariñosa y sólo espero que descanse en paz.
Con respecto a los vivos, espero que mi tio esté lo mejor posible, su padre murió hace años y ahora está en cierto modo solito. Eso asusta.