Hace unas semanas me echaron las cartas.
No sé por qué pero llevaba unas semanas con ganas y un día me levanté y moví los hilos necesarios…
No es que crea que las cartas sean algo definitorio, creo que el destino se lo marca uno mismo, creo en que se puede cambiar el rumbo, y que siempre siempre siempre podemos volver a empezar.
Todos, todos los días cometemos errores, a veces grandes y a veces pequeños, pero se supone que debemos aprender.
La cuestión que yo hace unos años echaba las cartas, hasta que un día dejé de hacerlo, no estoy segura de porqué.
Como persona que ha practicado el noble del arte del tarot no puedo decir si lo que dicen es verdad o mentira, nunca supe que si lo que decía era porque lo «veía» o porque tenía unas dotes muy buenas interpretando el lenguaje no verbal de las personas.
Si me preguntais si acertaron, os diré que a medias, pero que me dijeron que tenía un rollo kármico con una persona (no diré si hombre o mujer, amigo, amante o enemigo)
Por lo demás estoy unos días sola y la casa se me está haciendo un poco grande, ahora mismo soy como una gatita retozona, tengo ganas de que mimen (ahora lo llaman asi, ejem ejem)
Podría vivir sola aunque me diera un poquito de miedo, pero me gusta esto, hacer lo que quiero, sin dar explicaciones a nadie. Si quiero fregar a las 3am lo puedo hacer, si quiero ir desnuda, tirar la ropa al suelo… Me gusta ser libre, aunque a veces me asusta.
Si hubiésemos estado encadenados desde pequeños y un día nos soltasen ¿huiríamos?