Cocida II

Mientras espero a que llegue la cena (me niego a cocinar) intento no quedarme dormida en el sillón.

No estoy acostumbrada a dormir sólo 3 horas, es que yo soy asi muy dormilona.

El momento falda fue que hubo un momento en que se abrió la cremallera y cuando me di cuenta mi amigo me pregunto eso de «ah ¿que no era aposta?» Asi escrito no tiene ni pizca de gracia pero yo en el momento casi escupo todo le mojito por el inmaculado salón.

La verdad es que he descubierto que no se me da bien manejar sifones, asi que en caso de incendios ni se os ocurra dejarme a mi el extintor.

Una recomendación después de unos cuantos mojitos no suele sentar bien una chocolatina (kit kat crunchy, creo)

Aunque mis neuronas se están suicidando en masa por el alcohol y el sueño he de decir que me alegro mucho de haber ido luego a la barbacoa. El motivo es que mis ex-compis de facultad se sienten igual de perdidas que yo =)

Ya se sabe, mal de muchos consuelo de tontos. Lo malo es que se me olvidó darles las postales de Praga.

Tengo una canción mala en la mente, pero me hace sonreir, aunque ya sabeis que mi canción es:

«Patricia es muy bueeeeeeeeeeeeeeeeeeeena

Patricia es muy guaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaapa!!!!!»

Cocida

Escribo este breve comentario y me acuesto que a las 10:30 am tengo que levantarme que he quedado a las 11:30

Lo escribo ahora que aun me queda memoria de las cosas que me han pasado esta noche.

Me lo he pasado genial. Me apetecía salir y bailar, y sólo tenía a mi amigo, (el que huele a pasteles) asi que hablamos y decidimos ocupar la casa de su padre.

Creo que voy a dejar a escribir ya y me voy a la cama, pero os dejaré un aparetivo sobre cosas que contar:

A. Momento Nacho Vidal

B. Momento falda

Si alguien lo duda, da igual donde se esté y que se quiera estar, mientras estés con amigos

Buenos días y que vivan los mojitos

Narnia

Por fin me he leído los 7 (que incluye la precuela) y puedo decir que es una serie irregular, pero que tiene momentos geniales.

Me encanta una cosa de un dragón del quinto libro. En serio, no quiero que hagan una peli del quinto, porque en mi mente me lo he imaginado y darle imagenes a eso sería una profanación. Me identifiqué con el dragón y no cuento más porque no quiero dar pistas.

El séptimo libro es el mejor, desde mi punto de vista, desde el subjetivo el de «El león, la bruja y el armario» y esto sucede porque lo leí siendo muy chiquita.

¿Qué tiene el séptimo? Quizás es el más adulto y tiene un punto de tragedia griega (que alguien me reviente a palos por lo que acabo de decir, pero es que no sé expresarlo de otra manera)

Y ayer mientras me terminaba el libro deseaba que un león viniera a mi y me salvara y fuera enorme y dorado y pudiera abrazarle y que me salvase y que después de todo fuera mi camino de baldosas amarillas (leoninas baldosas amarillas)

Discípula de Sofía Mazagatos

Vamos a eliminar tristeza de los corazones ¿y cómo hacerlo? Recordando frases estúpidas y palabras inventadas.

El otro día acuñé un nuevo término (estoy en contacto con la RAE) el cazobo. ¿Es cazón? ¿Es adobo? Es el cazón en adobo. Sin ningún tipo de pudor lo dije el otro día y hasta que mi hermana no me preguntó que si me refería al cazón en adobo no caí en la cuenta.

Estoy obsesionada con cierta obra literaria: «Los Tres Mosqueteros» no porque sea una obra maestra sino porque estoy empeñada en que son los «Cuatro mosqueteros» cuando no son mosqueperros (os prometo que me ha pasado)

Hablando de cambiar nombres… ¿alguien se acuerda de Rin Tin Tin? Por supuesto que no porque su verdadero nombre es Re Tin Tín (con esto si que he metido la pata)

Pero que sería de mi, quién sería yo sin mi afición a patear el refranero, cuyo momento de máximo apogeo se vivió con: «Quien con niños se acuesta de mayor le sacarán los ojos» (debería haber dicho que quien se acuesta con niños es MIchael JAckson peeeeeeeeeeeero mi imaginación no da para tanto)

Saludos

Aprendí

Hace dos años aprendí una dura lección: estamos solos. Las personas sólo se tienen a sí mismos, sus fuerzas, sus manos… da igual lo acompañados que estemos al final el camino nadie lo puede recorrer por nosotros.