Como seguidores lectores os acordareis que ayer me fui de comunión.
La verdad es que tenía curiosidad por ver cómo era porque nunca he asistido a ninguna (no la he hecho, como tampoco estoy bautizada)
La conclusión más importante que saqué es que lo fundamental no es el rito si no los regalos.
Mi prima con 9 años ha entrado de lleno en la tecnología digital. Le han regalado un móvil de última generación, un dvd portátil, un reproductor mp3, la ps2, juegos de play y de la gameboy (que ya tenía) y dinero, mucho dinero.
Mi lado consumista me chilla que no es justa que yo por ser pagana (que es como se refirió mi abuela a mi en cierta ocasión) no tenga derecho a una fiesta llena de regalos caros. Asi que he tomado la decisión que cuando cumpla los 25 celebrare algún rito en alguno de los solsticios.
Sobre la comunión de mi prima diré que parecía más un boda que una comunión, la comida se hizo en un hotel y la tarta fue cortada con una espada, no sin antes retirar la muñequita vestida de blanco.
Para criticar (al margen de que se prostituya un rito religioso) la comida, hubiera preferido sentarme con los niños y niñas que tuvieron de entrante entremeses variados (croquetas y esas cosas) y luego un filete y patatas. Los adultos una crema de espárragos (buena pero no extraordinaria) cuatro gambas y cuatro langostinos (insípidos y aguados) y cordero que no estaba malo pero que no despertó mi entusiasmo. Hubiese preferido algo con menos pretensiones pero más opciones en el plato principal.
Algo que me resultó especialmente llamativo es la cantidad de inmigrantes que había en la iglesia, casi todos los presentes eran latinoamericanos. En Sevilla aún no hay tantos, pero ya se empieza a notar su presencia. Lo que me planteo es que me chocó. Fue una manera de ver cómo los españoles católicos practicantes disminuyen y su hueco lo vienen a ocupar los inmigrantes.
Sinceramente, aunque la Iglesia no es en absoluto «santo de mi devoción» he de decir que puede tener una capacidad de cohesión importante y más para personas que se sienten desarraigadas (al menos eso pienso)
Para rematar mi viaje relámpago a Madrid, perdí el ave. Creía que salía a las 19:30 y salía a las 19:00 y lo peor es que estuve en la estación desde las 18:00.
Por suerte la vuelta la había comprado en preferente porque en turista no había hasta las 22:00 eso hizo que pudiése irme en el de las 19:30. Desde este mi humilde blog, quiero agradecerle a las muchachas que me atendieron lo bien que se portaron conmigo.
Lo peor de todo es que cuando yo facturaba equipaje y a alguien le pasaba lo que me pasó a mi ayer a mi, pensaba que había que estar un poco apollardado.
La vida nos da lecciones y a mi me dio ayer dos:
– Las personas tontas
– Algo malo (comprar el billete de vuelta en preferente) puede tener consecuencias positivas (no me cobraron nada por reubicarme ni tuve que pagar ni nada de nada)
Y con esto y un bizcocho me voy a clase, escuchando por mi movil a fightstar (cuyo próximo single será hazy eyes)