La educación vs el adiestramiento

Esta pregunta es obviamente una pregunta trampa. Si preguntásemos a los padres y madres todos afirmarían que lo que quieren es la mejor educación para sus hijos e hijas. Si hablamos con maestros y maestras dirán que ellos y ellas creen en la educación para conseguir seres humanos críticos, creativos y libres.

El problema es que en la práctica se demuestra que es una falacia ya que primero nos adiestran y luego esperan que de la noche a la mañana seamos seres comprometidos, críticos, etc etc.

Yo cuido a una niña, su madre tiene puesto un poster que dice: «los niños aprenden lo que viven» Esto significa algo tan sencillo como que si mis padres me dicen que tengo que respetar a las personas, pero luego no me respetan a mi, me será más difícil aprender el concepto de respeto (entenderlo en el sentido de interiorizarlo y llevarlo a la práctica)

Un ejemplo de la incoherencia entre lo que se dice y lo que se hace es el tema de la creatividad. En la escuela la creatividad se nos arranca como si fuera una muela picada, no es que no se fomente es que se va destruyendo.
El sistema educativo español es un monstruo que convierte a nuestros estudiantes en seres grises, quizás porque en este país la diferencia siempre ha sido entendida como más trabajo. Quizás nuestro sistema educativo debería plantearse otras reformas además de las de siempre.

Nuestros profesores no están preparados para la nueva realidad. Se les forma en la realidad de hace veinte años y no en lo que hay y está por venir. No se puede enseñar lo que nos es ajeno y puedo decir por mi experiencia personal que la creatividad brilla por su ausencia en muchos de nuestros profesionales de la educación. Por tanto, y aunque sea obvio, la formación del profesorado es fundamental (otro día hablaremos de la vocación)

Habría que hablar por ejemplo del tema del CAP (cursos de aptitud pedagógica) que es una verguenza. Se le da a los futuros profesores un palillo para enfrentarse a un dragón como son los alumnos de secundaria, en plena adolescencia y perdidos en un sistema escolar que les obliga a quedarse hasta una edad.

Pero educar, educamos todos, padres, vecinos, medios de comunicación, tíos…. y por desgracia cuando la gente tiene hijos, me da la impresión que pretenden que les obedezcan, sin cuestionar la idoneidad de la orden, eso es lo que se dice que es «un niño bien educado» pero ¿no debiera llamarse eso un niño bien adiestrado?

Los niños y niñas que cuestionan, que buscan, que sueñan, dan más trabajo y es más duro cometer injusticias, porque nos las pasan por la cara, pero son también los únicos capaces de cambiar el mundo.

Nuestro sistema escolar alienta eso también. En los exámenes de «pensar» no hay que decir lo que uno/a piensa sino lo que se sabe que le gusta al profesor.

No importa lo que uno investigue, hay que poner lo del libro y si me apuran incluso el texto subrayado que va de una coma a un punto.

No hablo de que no haya que memorizar, hablo del sin sentido en el que vivimos. Hay que memorizar, por supuesto pero también hay que pensar. ¿Sabemos pensar?

El resultado de adiestrar es una sociedad en la que todo sigue igual y sinceramente no es el mundo donde quiero vivir.

Me da la sensación de que divago, pero lo importante para mi ahora es que haya algo que se mueva en nuestro interior, que por lo menos surja una pregunta, un interrogante

La navidad y tal

La navidad ¿qué es?

La pregunta viene porque tengo una «bajona navideña» Esto significa que estoy triste en navidad lo que para algunos de mis amigos supone una especie de error en el espacio-tiempo. A veces me siento como si los dibujos animados hubieran tomado la tierra, en este caso Sevilla y todo fuera amor y cordalidad y cuando me doy cuenta me encuentro con lo mismo de siempre sólo que hay adornos en los árboles.

Ayer llegué a la conclusión de que cuando te haces mayor y las personas que quieres se van de tu vida la navidad se convierte en una fecha más y sólo vuelve a tener significado cuando hay niños y niñas a tu alrededor.

Supongo que ver esos ojos llenos de inocencia y de ilusión son lo que nos devuelve a esa inocencia primigenia, que la vida, a base de golpes, nos arrebata

Estoy convencida de que al envolver a los niños en la vorágine de gastar y gastar les arrebatamos la ilusión cada vez más temprano.

Lo que recomiendo a quienl ea esto es que rasque un poco la superficie de la navidad, le quite el papel de regalo y atesore los momentos de felicidad.