V de Vendetta en viernes

Ahhhh los viernes, ese día maravilloso, para los que trabajan no sé en donde, yo soy una pobre pringada que trabaja a turnos.

Llevaba una temporadita bastante baja de moral, así que me he decidido a cambiar algunas cosas para intentar sentirme mejor. Una de esas cosas es aprender un idioma, creo que es un reto, a mi me encanta chapurrear palabros en otros idiomas y a lo mejor me ayuda a desconectar, porque prácticamente lo único que hago es trabajar e ir al gimnasio.

También he vuelto a comprometerme en serio con el gimnasio, ahora que ya no me duele el culo de caerme por las escaleras y que parece que mi espalda va mejor (aunque no pienso abandonar a mi fisio).

La vida es complicada y además la hacemos complicada y supongo que yo en eso tengo un máster, por eso, mi objetivo vital es agotarme tanto que no tenga fuerzas para pensar y tratar de trabajar conmigo misma.

Seguiremos informando.

Renada

Estoy en muerte cerebral.

Hoy estoy vaga, vaga, vaga… no sé si es que estoy premenstrual, si es la depresión postvacacional, que estoy más gorda o que necesito chocolate, pero la verdad es que estoy perrísima.

En esta mañana de nada mental, donde mis actividades han consistido en ver la tele (El programa de Ana Rosa y L.A. Ink) y jugar a una especie de Candy Crush con Sailor Moon, dejo que los minutos pasen perezosamente. Es un placer de las vacaciones, simplemente dejar la vida pasar. Siempre hay que hacer cosas, estar activo porque si no lo haces estás malgastando tu vida. ¿Qué pasa con soñar, pensar, descansar, imaginar, dormitar…?

Hoy sería un gran día para que lloviera, así tendría excusa para quedarme en la cama, echo de menos a mis gatos.

Rodríguez

Trabajar a turnos implica que cuando la gente sale a divertirse tú trabajas y eso es lo que voy a hacer yo, trabajar. Aprovecho el momento para volver junto a mis amados gatos y mi wifi para ver mis series japonesas. Ahora mismo estoy viendo una de una treintañera japonesa, profesora de inglés en Tokyo de la que se enamora el heredero de un templo. Así es niños y niñas, soy una frikaza y desde que estuve en Japón he sentido cierto renacer.

La soledad es una compañía necesaria en ciertos momentos para poner en orden las ideas y también para pillar perspectiva. En otros momentos la soledad es simplemente una jodienda, la gotita que colma un vaso que está rebosando. Al final todo depende del momento y el lugar en el que te encuentras. Uno de mis grandes problemas (quitando el que soy una puta dramática) es que nunca sé dónde estoy ni hacia donde voy.

¿Seré yo? Me encantaría hacer una especie de club de desgraciados a ver si escuchando las penas ajenas yo me animo un poco, pero a lo mejor es mezquino querer escuchar las penas ajenas, o quizás es una manera de no enfrentarme a las mías. Tal vez debería empezar a ocuparme más de mi vida y menos de la de los demás.

Odio el Windows 10

Llevo mal los cambios, todos los cambios y que mi súper portátil nuevo haya decidido pasarse a esta caca de sistema operativo me llena de ira y decepción, entre otras cosas porque el itunes no me va, y yo sin itunes no soy nadie.

Voy a ser supervisora, me lo ofrecieron y dije que sí y me estoy haciendo popó, ya sabéis que la confianza en mi misma y yo no nos llevamos bien. Dije que sí porque esperaba que no me pusieran mucho, porque me siento muy halagada y porque es una manera de aprender.

En otro orden de cosas me he comprado un vestido en el que no quepo aún para una boda que tengo en julio. No sé si tengo mucha fe o soy muy gilipollas, por suerte para mi tengo 60 días para devolver el puñetero vestido así que si en un mes no entro en él lo devuelvo y busco otro.

Sé que parece que nada tiene conexión, pero la tiene, soy el hilo conductor, mi vida es un desastre y es caos y en el fondo la de todo el mundo de alguna manera u otra. Supongo que el truco es usar la corriente a tu favor, dejarse llevar por las olas y guardar fuerzas para la tormenta.

PD: me encantaría bailar como una negra.

Caca del Whatsapp

Me he mudado y no tengo wifi. Echo de menos ese maravilloso iconito que me indicaba que podía hacer de todo, desde escuchar Spotify, hasta empezar a ver Doramas japoneses, desde buscar letras de canciones a escribir en mi blog.

De todas formas no os preocupéis, por suerte o por desgracia es probable que pronto deje mi nuevo hogar para volver al antiguo porque mi noviete a lo mejor debe desplazarse a otra comunidad autónoma

Este hecho de mi vida ha dado mucho de sí entre mi grupo de mi amigas ya que ha habido diversos comentarios, consejos y opiniones, que yo educadamente he escuchado (porque soy muy educada). Cierta chiquilla me ha dicho que me pida una excedencia y que me vaya con mi pareja, que lo deje todo por amor y que sea su apoyo (aunque yo no me fío mucho de que la excedencia fuera respetada). Hablando de eso me dijo que mi pareja y yo somos una persona. Entramos en una discusión, puesto que yo considero que yo soy yo, como individuo y que comparto con mi pareja muchas cosas. Su dolor es hasta cierto punto mío, como su alegría pero no somos uno. Hay un vínculo, pero somos dos personas.

Esta conversación degeneró en que yo tengo muchas taras y muchos lastres, cosa que es cierta pero no creo que el hecho de que no me sienta en comunión con mi pareja sea significativo. Mientras escribo esto, frunzo el ceño, pensando en lo que el futuro me deparará. llevo una semana regulera. He sentido que el universo tiene la puta manía de joderme cuando más cerca estoy de estar bien.

Si escribo poco, pensad que es que aún hay esperanza.

Jap-on

Siiiii lo sé, he estado desaparecida pero he tenido buenos motivos. El principal es el que he estado en Japón (pon pon) A falta de poder contar más por el momento puesto que estoy trabajando cual perra y me estoy mudando de piso os dejo con una foto para ir abriendo boca.

PagodaJapon

Tardes.

Cuando no creo en nada me pongo un capitulito de Chicago Fire y la fe vuelve a mi, como cuando leo a Antonio Orihuela.

Supongo que cada cual tiene su forma de evadirse, yo a veces coloreo, antes escribía y antes de la dieta comía chocolate. Todo lo que me gusta es caro, ilegal o engorda. Porque no nos engañemos, raptar bomberos americanos está feo.

En un mundo ideal la gente buena no sufriría tanto.

En un mundo ideal los errores no se pagarían tan caros.

En un mundo ideal el esfuerzo proporciona resultados.

Vivimos en un mundo imperfecto, somos seres imperfectos y por eso, si encuentras algo bueno, tócalo, abrázalo, bésalo y no lo dejes escapar.

Abuelo

Pues no sé cómo enfocar esta entrada, quiero encontrar un equilibrio, contar de mi sin contar demasiado, sin hablar de cosas que me ponen triste pero sin ocultar. El otro dia soñé con mi difunto abuelo y me tiene un poco trastocada.

Mi abuelo murió ya hace unos pocos años, en general nuestra relación fue complicada, no teníamos casi nada en común, yo no le entendía a él y el no me comprendía a mi. Tras la muerte de mi madre nos distanciamos aún más y un día de improviso se murió y aprendí la elección, las personas no son eternas.

En mi sueño estábamos en un restaurante, era una especie de celebración pero estaba tristona y mi abuelo me pedía que me sentase con él, quería animarme y cuando me sentaba a su lado me abrazaba.

Así que aquí estoy, pensando en los ausentes, sintiendo cierta pena pero a la vez ilusionada porque quizás, mi abuelo trata de decirme que me ha perdonado.

Try To Sleep With a Broken Heart

Dice Alicia Keys, que intentes dormir con el corazón roto, yo le diría que fuera a trabajar, al gimnasio y actualizase un blog con el corazón roto, a ver si podía.

No escribo nada y normalmente mis silencios no son buenos. El cáncer de esa persona a la que tanto aprecio está siendo un hijo de la gran puta y yo no puedo hacer nada, salvo dar mi apoyo moral. Puedo lidiar a ratos con la impotencia, con el sentimiento de injusticia, con la tristeza y con saber que yo, ahora, no soy la prioridad, pero cuando se junta todo eso, no soy capaz de digerirlo.

Así que aquí estoy, desahogándome como puedo, con un sueño de cojones porque he entrado a trabajar a las 4:30, mientras me tomo un descanso de planchar.

Un saludo para los que aún me leen.

Di- ciembre

Llegamos al final del 2015 de la mano de un mes chachi, Diciembre. Me gusta este mes, aunque sea jodido y a pesar de las ausencias. Me gusta el turrón de suchard, los pequibones, los regalos y las cenas de navidad.

Este ha sido un año largo y duro (jijijiji) con accidente de tráfico incluido y demasiados allegados con cáncer, con subrogación laboral y pérdida de derechos laborales, así que he pensado que estaría bien tener muchos regalitos para compensar un poco los sufrimientos, ahí va una pequeña lista con la que podéis comprar mi amor:

– Dinero. Eriwen es una chica con viajes caros en la mente, quiero ir el año que viene a Japón, así que unos billetitos no me vendrían nada mal.

– Un cepillo de dientes eléctrico, mi novio me presta el suyo (yo tengo mi propio cabezal) pero no me gusta compartir.

– Libros. No tienen que ser profundos o trascendentales, me conformo con cualquier tipo de literatura basura que me entretenga.

– Bufandas, guantes de lana y gorritos. De éstos tengo un montón pero son siempre un acierto seguro, me hacen sentir adorable.

– Una bici. Es arriesgado, pero no sé montar en bici, por lo que si me regalan una, quizás, tenga que aprender por cojones. Tengo un trauma con lo de aprender a montar quizás sea hora de superarlo.

– Un viaje a las Vegas para ver a Britney, eso sería un súper regalazo.

– Una abdominoplastia + lipo.

– Una pulsera tipo fitbit, para intentar ser más deportista.

– Pendientes, pulseras, plata, oro blanco, bisutería…

Si se me ocurre algo más os lo cuento, pero creo que esta lista tiene bastante equilibrio entre fantasia y regalos prácticos, un saludo desde el infierno de los pies fríos.