Limpieza

Estoy haciendo limpieza, la que fue mi casa desde los 8 años va a dejar de ser mía. Vivimos mucho tiempo de alquiler y es el fin de una etapa. Se avecinan cambios y sobretodo toca deshacerse de trastos, papeles, juguetes, ropa y diversos objetos.

Hoy han caído tres bolsas de basura y una bolsa entera de ropa y voy a regalar un peluche que me encantaba. Lo que ha sido una mina de oro han sido mis diarios. Sí, he escrito muchos diarios, cartas, notas… (eso y las huchas son mi debilidad). En uno de ellos, con 9 años, hablaba de mi padre con muchas faltas de ortografía y un lenguaje impropio de mi edad.

Me pregunto si siempre he sido una vieja, incluso cuando era una niña, si siempre he pensado demasiado, si siempre he sido como soy. A lo mejor soy un baifo (cabra) muy obstinado.

Thinking out loud

Siempre he sido una persona con exceso de pensamientos. Me salen por las orejas, además no tienen porqué ser coherentes, divertidos o inteligentes, son ideas, a veces absurdas, irracionales y emocionales. El problema es que últimamente pienso más y peor, me cuesta concentrarme y centrarme. Estoy en un momento de mi vida en el que yo ya no me veo capaz de hacer algo como aprender un nuevo idioma o sentarme a escribir como antes. Quizás es el momento de volver a entrenar mi mente.

Buenas tardes, cochinillos del averno.

Cabo Verde

C

Esta primera semana de septiembre estuve en Cabo Verde, en tres de sus islas: Santiago, Sao Vicente y en Sal. He ido sola (me regalaron los billetes) y ha sido una gran experiencia. He coincidido con gente estupenda, gente autóctona y otros turistas. Podría contar muchas anécdotas, pero la que me apetece contar hoy tiene que ver con la imagen que veis.

En un principio yo fui a Sao Vicente porque quería ir a San Antao (hay que coger un ferry) pero tenía que levantarme a las 5:50 para ir, así que como estaba muy cansada pasé. Así que el día que iba a hacer otras cosas decidí subir a Monte Verde que no me parecía algo especialmente turístico y porque era salir de las playas. Llegar a Monte Verde para subirlo no era especialmente difícil, cogías un aluguer (o colectivo) que son furgonetas que van dando vueltas hasta que se llenan y te llevan de un sitio a otro. El mayor problema iba a ser la vuelta porque la opción era caminar sola por la carretera hasta llegar a la ciudad. Decidí que resolvería esa cuestión después.

Me preparo para la caminata, mi mochila con agua, cojo el colectivo y me planto en Monte Verde y comienzo a subir y caminar. En mi ascenso me di cuenta de que era la única persona blanca y mujer que hacía el bobo por ahí. Mientras subía todos los campesinos me saludaban y me animaban pero yo estaba asustada. Asustada porque era una blanquita sola y soy una cagona. Yo quería hacerlo pero no descartaba la posibilidad de acabar tirada en una cuneta caboverdiana. Cuando llegué a la cima me sentí muy orgullosa de mi misma, había logrado lo que me había propuesto. Me encantaría poder atesorar ese tipo de sentimientos, guardarlos en un tarro para los días malos, los días en los que el mundo me gana o cuando tengo la regla.

Bajé Monte Verde y me dispuse a ir caminando hasta Mindelo (la capital de la isla). La idea de ir caminando por una carretera de Monte Verde no me gustaba nada de nada, mi esperanza era que un colectivo pasase y montarme. Al final un camionero paró y se ofreció a llevarme y me sentí un poco entre la espada y la pared. El camionero parecía buena persona, pero no soy idiota, sé que es una locura montarme en un camión con un desconocido, lo que sucede es que soy una loca del higo. Me subí al camión y me llevó a mi destino. Nos comunicamos como podíamos pero entendí cuando me dijo que debía buscar a alguien para caminar y que él tenía dos niños.

Tengo un angelito de la guarda.

Gatoz

Siempre he querido ser gato, no gato callejero, pero sí gato. La verdad es que me parecen preciosos, listos, graciosos, con mucho amor propio, flexibles, intuitivos y sospecho que perciben cosas que a los humanos se nos escapan. No sé si sería otro animal, lo que está claro es que llevo bastante mal ser humana. Ser persona es un mojón (perdónese mi lenguaje soez). Cuando eres persona hay un inherente deseo de mejorar, un intento de superar el egoísmo, ganas de ser buen hijo, hermana, amiga, pareja…

Todo esto viene porque odio ver a la gente sufrir y menos cuando es gente que quiero y que se merece ser feliz. Viene de que a eces por más que intento hacer las cosas bien, me equivoco y que me cuesta poner límites. Por más que quieras a una persona hay que plantarse y qurese mucho a uno mismo. Encontrar tu propia voz y decir lo que piensas y sientes es un acto de amor propio.

Si pensamos en cómo nos educan nos damos cuenta de que nos enseñan lo contrario, a pedir permiso para hablar, a no destacar, a no salirnos de la mediocridad, nos enseñan que lo que pensamos y sentimos necesitamos sólo es válido si alguien nos da su aprobación.

Quizás, deberían enseñarnos a ser más gatos.

Where is Antonio Orihuela?

Necesito a Antonio Orihuela en mi vida, necesito de su inspiración, de su voz mientras recita sus poemas, de su aspecto bohemio, de su capacidad de hacerme sentir acompañada en mi soledad.

Llevo una temporada revuelta, hasta arriba de trabajo, cansada, comiendo y durmiendo mal, estresada y muy malhablada. En el trabajo me regañan por no ir maquillada y llevo unos días haciéndolo (no para evitar la regañina) sino porque tengo muy mala cara. Debería preocuparles que me pinte porque significa que algo no va bien.

Mi trabajo y yo tenemos una relación amor – odio. Hay momentos muy buenos pero también momentos muy malos. ¿Mi trabajo me está matando? ¿Ser adulto es esto? ¿Ahogar mi creatividad entre dosis de realidad es lo que se supone que debo hacer?

Buenos días desde el infierno.

Hace mucho mucho tiempo

Hacía mucho que no escribía y tengo miles de excusas, principalmente trabajo, pero son todas mentirijilla, al final no escribo porque me da pereza.

He vuelto de mis vacaciones hace poco, y gracias a la maravilla del facebook, he comparado las fotos de este viaje con las fotos del viaje a Tailandia y me veo tan mayor. El tiempo pasa tan rápido y no nos damos cuenta, no me doy cuenta. Parpadeo y tengo arrugas, canas, una panza muy fea y un reloj biológico.

A mi alrededor mis amigas se han casado y están preñadas y yo tengo el mismo trabajo, ya no tengo gatos y he sufrido en mis carnes una subrogación y dos accidentes de tráfico.

Lo único que permanece inalterado en mi vida son mis ganas de viajar, mis deseos de ir más lejos, mi pasión por volar. Me gustan los aviones, me gusta lo que implica que un armatoste que pesa no sé cuántas toneladas surque el cielo.

Desde este pequeño rincón perdido en el ciberespacio quiero pediros que ya que vamos a envejecer que lo hagamos dignamente, disfrutando nuestro camino hacia la muerte.

Halagos

Los cumplidos ¿tienen que ver con nosotros o con quien los realiza?

Si alguien me llama guapa no significa que lo sea, significa que entro en los estándares de belleza del que me lo dice, es más, yo me puedo sentir del mordor más profundo. En ocasiones es importante ser capaz de tomar distancia, para lo bueno y para lo malo. Cuando alguien nos dice algo malo también dice mucho sobre la persona que nos lo dice, cuando nos llamen malos, gordos o feos.

Esto que tengo interiorizado mentalmente no lo tengo en absoluto grabado en mi corazón, que al final es lo que cuenta porque considero bastante emocional. No importa que mi cabeza diga cosas sensatas cuando mi corazón se enfada. Sé que pueden sonar a divagaciones pero es importante, marca la diferencia, quizás es el impulso que necesitamos para dejar de depender de los ojos ajenos y mirarnos con los nuestros.

Oui Oui

He dado mi primera clase de francés (el idioma, no me seais cochinillos), hoy iba a dar la segunda pero mi profesor está malito y lo hemos dejado para mañana. Mi profesor es un ser humano peculiar, me dijo que me daba clases porque cree que se me va a dar bien, él es tan buen profesor que elige a sus alumnos. Lo de que es buen profesor me lo dijo él, también fardó de haber publicado un libro. Estoy ilusionada, pero le tengo tanta manía a los gabachos…

Ayer no fue un mal día en el curro, hubiera sido bueno si no hubiera tenido que quedarme más tiempo por marrones varios. Hoy está previsto que sea un día de mierda, de auténtica y tremenda mierda y no me apetece nada. Hoy es el típico día en el que me encomiendo a la fortuna para que me toque la lotería.

Buscar el equilibrio es necesario pero difícil. Aprender a ser críticos pero también indulgentes con nosotros mismos. Ser exigentes pero aprender a parar. Comprometernos con las cosas pero saber desconectar, y en eso estoy yo. Relacionado con el trabajo, llevo unos días teniendo que hacer de mala y eso no me gusta, me hace sentir incómoda, hago lo que tengo hacer pero es una mierda. Me llevo el trabajo a casa, aunque al no ser importante debería ser capaz de olvidarme de todo tal como salga por la puerta.

Os dejo que tengo que seguir divagando.